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Cantaron, bailaron y después asaltaron a todos en un karaoke

Ayer a la madrugada, tres hombres que habían ocupado una mesa para "divertirse" en un cantobar de avenida Pellegrini 916, en el macrocentro rosarino, robaron a la clientela y al dueño.

Fin de fiesta. Los delincuentes asaltaron a quienes habían compartido la noche con ellos en el salón “Pastasciutta”. (foto: Héctor Rio)

Fin de fiesta. Los delincuentes asaltaron a quienes habían compartido la noche con ellos en el salón “Pastasciutta”. (foto: Héctor Rio)

En la madrugada del domingo tres hombres disfrutaban de una noche divertida entonando canciones y bailando en un cantobar del macrocentro de la ciudad. Pero cuando la fiesta había llegado a su fin demostraron sus verdaderas intenciones: con armas de fuego y un cuchillo sometieron a quienes habían compartido la jarana con ellos y les robaron sus pertenencias. También se llevaron la recaudación del local, una computadora portátil y un teléfono celular del dueño del boliche.

El atraco ocurrió en el karaoke y salón de fiestas "Pastasciutta", un local ubicado en avenida Pellegrini 916 donde se realizan eventos especiales como despedidas, cumpleaños y casamientos. Según comentó una fuente policial, el sábado a la noche se encontraban en el lugar alrededor de cien personas, entre ellas tres hombres cuarentones que estaban sentados en una de las mesas y que, al parecer, también se animaron a cantar algún éxito de los años 70 y 80.

Según el vocero consultado, todo transcurría con normalidad y nada hacía presagiar lo que ocurriría cuando la música dejó de sonar y los asistentes se disponían a regresar a sus domicilios. Ya eran cerca de las 5.30 del domingo, cuando los falsos clientes se sacaron las caretas. Se levantaron de las mesas con rapidez y dos de ellos exhibieron armas de fuego, mientras que el otro, un cuchillo.

Sorpresa cruel. El resto de los asistentes ya estaba por salir del lugar cuando uno de los maleantes anunció que iban a asaltarlos. "Esto es un asalto", voceó uno de los malhechores.

La sorpresa de quienes habían pasado una noche placentera fue mayúscula: tres de las personas que habían compartido con ellos bailes y canciones comenzaron a despojarlos de sus pertenencias a punta de pistola.

Pero no se trató sólo de una sorpresa desagradable, ya que además los ladrones actuaron con crueldad, aplicando culatazos intimidatorios a algunas de sus víctimas. De esa manera, y sin obstáculos a la vista, los delincuentes se apoderaron de relojes, anillos y billeteras de los que habían hasta minutos antes sus compañeros de juerga.

El propietario del local, un hombre de 65 años identificado como Alberto P., tampoco se salvó del atraco. Uno de los ladrones recogió la recaudación, cuyo monto no fue precisado, así como una notebook y el teléfono celular del comerciante.

Los maleantes concretaron el atraco en pocos minutos pero no se apuraron a escapar sin antes encerrar a todas las personas asaltadas en una dependencia ubicada en la parte posterior del local. Ya eran casi las 7 del domingo y había transcurrido una hora y media del asalto cuando un llamado telefónico anónimo dio a conocer la situación a la comisaría 1ª.

Cerrado. Pasado el mediodía de ayer, el cantobar asaltado estaba cerrado con una cortina que cubría el frente vidriado. Tres comerciantes de la cuadra comentaron que no sabían nada sobre lo ocurrido apenas horas antes. "Recién me acabo de enterar", dijo un muchacho que atendía el mostrador de un bar.

En este contexto, al cierre de esta edición los ladrones no habían podido ser localizados por la policía. Y si bien el salón de fiestas cuenta con cámaras de videovigilancia, éstas no estaban funcionando al momento del atraco, según comentó el portavoz policial consultado.

Fuente: Diario La Capital

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