Alberto Ponce, el ayudante de portero detenido por el crimen de su mujer Susana Leiva, cometido en la localidad bonaerense de Temperley, se negó hoy a declarar ante el fiscal de la causa.
Buenos Aires.- Si bien se esperaba que repitiera un presunta autoincriminación que le contó a la policía en uno de sus traslados, esta vez, frente al fiscal Héctor Toneguzzo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3, Ponce siguió el consejo de su defensor oficial y no declaró.
El abogado de la familia de víctima, Jorge Monastersky, indicó que "el fiscal le dijo claramente al imputado que si no iba a contestar preguntas, le hiciera caso a su defensor y no dijera ni una sola palabra".
El letrado también contó que "como Ponce ya había declarado en otra instancia de la causa como testigo, el fiscal también le aclaró que lo relevaba del juramento de decir verdad y que ésta era una declaración indagatoria donde lo imputaba como autor del crimen".
Voceros judiciales indicaron que el fiscal Toneguzzo le imputó a Ponce e delito de "homicidio calificado" al aplicarle la figura del "femicidio", según la reforma del inciso 1º del artículo 80 del Código Penal que impone prisión o reclusión perpetua al que matare a "la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia".
Monastersky comentó que además tuvo acceso a las fotografías de la autopsia y allí pudo observar que "Susana fue brutalmente golpeada, ya que presentaba un edema muy grande en la cara y en un ojo", y que "se ven claramente las marcas de compresión en el cuello al momento de estrangularla".
El abogado comentó además que el fiscal le adelantó que "posiblemente el lunes estén llegando todas las pericias que se hicieron en la escena del crimen".
En tanto, hoy se conocieron los resultados de la autopsia que determinó que Leiva murió estrangulada manualmente, aunque también recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y quemaduras de cigarrillo.
Fuentes de la investigación informaron hoy a Télam que los médicos forenses de la morgue judicial de Lomas de Zamora también estimaron la data de muerte entre la noche del jueves y la madrugada del viernes pasados, lo que coincide con el momento de la desaparición de la víctima.
Antes de la indagatoria, el abogado Monastersky aseguró que no descarta la participación de más personas en el crimen y adelantó que pedirá que declaren todos los vecinos de la finca donde fue hallado el cadáver y el hijo de 9 años de la víctima en Cámara Gesell, ante la posibilidad de que el menor haya visto o escuchado algo.
El hecho comenzó a investigarse el sábado, cuando Ponce denunció ante la policía la desaparición de su concubina de su casa situada en Blanco Encalada 245, de Temperley, en el sur del conurbano.
A partir de entonces comenzó la búsqueda de Susana, que trabajaba como empleada doméstica en una casa de esta Capital Federal, aunque su familia sospechó desde el inicio que la desaparición podía relacionarse con su situación sentimental.
Las hermanas de Susana contaron que Ponce, quien se desempeñaba como ayudante de encargado de un edificio del barrio porteño de Recoleta, era "celoso" y ejercía "violencia y maltrato psicológico".
El miércoles por la mañana, la policía allanó la casa de la pareja y mediante perros adiestrados en rastros encontró el cadáver de la mujer en el pozo ciego.
Al momento del hallazgo, Ponce no se hallaba en la vivienda, por lo que comenzó a ser buscado por los investigadores, hasta que a la tarde fue apresado en el barrio de Constitución con una pequeña cantidad de cocaína y 4.000 pesos en efectivo en su poder.
El siniestro fatal se produjo este lunes alrededor de las 17 en la intersección de la ruta provincial 14 y la ruta nacional AO12
Las víctimas vivían en el mismo departamento ubicado en Marcial Candioti al 2700 de la capital provincial
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