Dejaron sola la vivienda por algunas horas para festejar el cumpleaños de 15 de una hija. Al volver encontraron todo revuelto. Les robaron dólares, alhajas, un televisor y dos computadoras en las que almacenaban recuerdos familiares.
Rosario.- La noche del sábado, una casa del macrocentro quedó sola. El matrimonio que vive allí celebraba el cumpleaños de 15 de una de sus hijas, y por eso la familia recién regresó al hogar ya entrada la madrugada del domingo. Pero cuando entraron a la vivienda, la alegría del festejo se diluyó. Dentro del inmueble nada estaba como lo habían dejado. Ni siquiera las llaves de luz, que habían sido arrancadas por quienes, aprovechando la salida de los dueños de casa, ingresaron y se llevaron todos los objetos de valor que pudieron encontrar.
Según contaron las víctimas, los escruchantes ganaron el centro de manzana, se arrojaron desde un paredón de casi diez metros y así entraron a la vivienda por los fondos. Para los propietarios de la vivienda, el o los escruchantes –quienes huyeron por la puerta de calle– contaban con un dato preciso.
El robo tuvo lugar en una casa de Ituzaingó al 1500, entre Paraguay y Presidente Roca. Si bien el horario en que ingresaron los ladrones no pudo precisarse con certeza, los dueños de casa contaron que fue entre las 21.15 del sábado y las 4.45 de ayer, mientras ellos estaban en el festejo por el décimo quinto cumpleaños de una de sus hijas. Las víctimas, al regresar al lugar, encontraron todas sus pertenencias revueltas y parte del mobiliario destruido.
Al ser consultados sobre el modo en que los escruchantes entraron a su casa, el padre de la familia relató que, por una serie de marcas que encontró en el patio, dedujo que los desconocidos ingresaron arrojándose por un paredón de aproximadamente siete metros de alto, el cual es lindero con un terreno ubicado en el corazón de manzana, donde hay una antena parabólica. Una vez dentro de la propiedad, los ladrones forzaron una pequeña traba de una reja, abrieron una ventana y se abalanzaron sobre las pertenencias de la familia, que en esos momentos festejaba en un salón de fiestas. “Es como su hubiera pasado un tornado. Arrancaron todas las tomas de luz para ver si guardábamos dinero detrás. Todavía no me pude poner a ordenar, no se por dónde empezar”, señaló la víctima ayer por la tarde, con la cara desencajada de indignación.
Según la familia robada, los escruchantes se llevaron del lugar un televisor de plasma, dos notebooks y una caja de seguridad en la cual guardaban alhajas y dólares. De acuerdo con los investigadores, el dinero –cuyo monto no fue precisado– provenía de la venta de un inmueble.
El dueño del lugar se mostró acongojado porque dentro de las computadoras guardaba todas las fotos que tenía de sus hijas. “Dentro de la caja estaban mis alianzas de casamiento y una importante suma de dinero. Todo eso se puede recuperar, pero las fotos representan un archivo de nuestras vidas que perdimos para siempre”, contó el hombre.
El dueño de casa presume que los ladrones tenían datos previos sobre sus pertenencias, ya que los escruchantes trabajaron con información certera acerca de los horarios de las víctimas.
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