Los secuestradores mantuvieron cautivos a un matrimonio y a su hija de nueve años. Se trataría de un grupo de evadidos de un penal bonaerense. Habían amenazado con una "masacre" y un "río de sangre"
Tortuguitas, Buenos Aires.- El hecho comenzó en las primeras horas de la tarde y concluyó pasadas las 20. Se produjo en una vivienda situada entre las calles Seguí y Cura Brochero, en el partido de Malvinas Argentinas. Hasta allí llegó personal de la Policía Bonaerense y dos negociadores del Grupo Halcón, alertados por un llamado al 911.
Los rehenes eran un matrimonio y una menor, pese a que en un primer momento los delincuentes aseguraron que también tenían retenido a un bebé. Por su parte, otro de los hijos, desde afuera de la casa, mantuvo un contacto telefónico luego de escapar de la vivienda.
En tanto, los delincuentes eran tres, dos de los cuales se habrían fugado recientemente de un penal de la zona, según dijo uno de ellos, que se identificó como Marcelo Ameijeiras. Otras versiones indicaban que los secuestradores eran tres.
Ameijeiras huyó semanas atrás de una comisaría de Moreno junto a otros cinco reos.
En diálogo con distintos canales de TV, el malhechor aseguró que no se trató de un intento de robo, sino que llegaron al lugar tras una persecución porque la Policía los quería "matar".
En ese sentido, aseguró que las fugas fueron "admitidas" por las autoridades nacionales y provinciales antes de las elecciones, por lo cual pidió "negociar" con el gobernador Daniel Scioli o el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados. "Queremos declarar ante la Justicia por irregularidades, a nosotros nos dejaron salir por arreglos", indicó.
"Tenemos alto armamento para responder y repeler a la policía, acá no se trata de un robo. Acá hay una cuestión de fondo, política", dijo a CrónicaTV.
"Ellos entraron a esconderse, no nos robaron ni maltrataron", confirmó Azucena, una de las rehenes.
El hombre pidió "garantías" para que "todos salgan con vida". "Si no lo entienden las autoridades, esto va a ser un río de sangre", advirtió. "Si el Gobierno ordena que entren, esto va a ser una masacre", insistió.
La negociación parecía haberse encaminado poco antes de las 17. Uno de los efectivos de la Bonaerense confió a la prensa que estaba en el lugar que los delincuentes estaban a punto de liberar a la menor de las víctimas.
Ameijeiras se mostró en la puerta de la casa con Azucena, una de las víctimas, y reiteró sus denuncias respecto a la fuga. "Nos queremos entregar", dijo, y pidió la presencia de un fiscal y un juez.
Tras más de seis horas de iniciado el hecho, y con la jueza y la fiscal presentes, se logró la liberación de la mujer, Azucena, quien en conversación telefónica con medios televisivos aclaró que "no es un robo".
Pasadas las 20, horario en que habían previsto entregarse, sólo liberaron a la nena de 9 años, quien fue inmediatamente trasladada en una ambulancia.
A las 20.12, los delincuentes se entregaron sin presentar más resistencia, liberando a los rehenes que aún quedaban en el domicilio de Tortuguitas.
Se trata de una joven oriunda de Santa Fe. La beba nació en una cesárea de emergencia. Su pareja también resultó detenida
La embarcación de bandera paraguaya tuvo un repentino ingreso de agua por la popa lo que desestabilizó el barco que se empezó a hundir mientras se dirigía a Montevideo. Ante esto, todos los ocupantes se pusieron a resguardo en una barcaza donde fueron asistidos por la fuerza naval argentina
Este Viernes Santo se produjo un choque sobre la ruta 11, a la altura de Las Cuevas, que involucró a tres vehículos. En el lugar falleció una mujer y este sábado murió otra persona, que había sido trasladado a Paraná.
Pablo Ovando de 44 años fue hallado en la madrugada del sábado cerca del Puerto Reconquista a pocos kilómetros del lugar donde el viernes hallaron sin vida a su pequeño hijo de 4 años.El fiscal a cargo de la investigación marcó que la principal hipótesis es que se trató de un accidente
La baigorriense Roxana Rotchen fue asesinada por su pareja, Adrián Pérez Tica, en la pequeña localidad cordobesa. Con el paso de las horas surgieron detalles del oscuro comportamiento del femicida, como inquietantes mensajes enviados a los hijos de la víctima, a proveedores de los emprendimientos de la mujer y un escrito con tiza en la pared