Delincuentes utilizaron la modalidad de extorsión virtual para robarle 30 mil pesos, 9 mil dólares y alhajas a una mujer de 73 años. Le dijeron que tenían cautivo a su hijo. Dejó el botín en un parquímetro
Rosario.- Una mujer de 73 años fue víctima de un nuevo secuestro virtual en Rosario. Delincuentes se aprovecharon de una viuda, la llamaron por teléfono y le dijeron que estaban asaltando al hijo y, en dos tantas, le robaron 30 mil pesos, 9 mil dólares y alhajas, que ella misma entregó.
El hecho ocurrió este martes a la madrugada en San Lorenzo al 800, según informó el periodista de Radio 2 Héctor López.
La mujer escuchó la extorsión y sin pensar en un posible engaño dejó dinero en el parquímetro de San Lorenzo y Maipú. Pero cuando regresó a su casa, los ladrones a la distancia le pidieron “más plata”.
La voz del otro lado del teléfono dijo saber que la madre del supuesto cautivo tenía más entregar. Mientras tanto, de fondo, se escuchaba una supuesta voz del hijo. Por eso, la mujer volvió al punto del rescate y agregó alhajas al botín de los extorsionadores.
Durante la madrugada, señalaron fuentes policiales, hubo otros dos intentos en los que las víctimas se dieron cuenta y cancelaron el asalto virtual.
Cinco mujeres fueron demoradas al ser descubiertas con cocaína y marihuana ocultas en su calzado. Utilizaban un método sofisticado para burlar los controles. Algunas tienen vínculos con presos relacionados al narcotráfico.
El choque ocurrió pasadas las 22 cuando la víctima de 33 años caminaba por la zona de Avellaneda y colectora de Circunvalación y fue embestida por un Renault 9. El conductor se retiró del lugar y se presentó a la medianoche en dependencia policial.
El ataque ocurrió el sábado en un asentamiento ubicado en Crespo y Granadero a caballo. La víctima fue trasladada al hospital de niños Zona Norte de Rosario
El robo tuvo lugar el pasado sábado en las afueras de Rosario. Los delincuentes se llevaron celulares, dinero, una computadora, una consola de videojuegos y el DVR de las cámaras de seguridad.
Tras el crimen, la policía allanó un bunker al que habrían ido las víctimas y arrestó a cuatro sospechosos. La pareja de uno de los fallecidos declaró que los agresores le dijeron que fue una venganza