Una comerciante marplatense prefirió poner fin a su negocio para no seguir padeciendo asaltos. La última vez que ingresaron delincuentes, la golpearon y le gatillaron un arma en la cabeza
Mar del Plata.- Parece una exageración, pero probablemente no lo sea. Rosa, la dueña de un local de ropa ubicado el barrio Parque Luro, en la ciudad de Mar del Plata, asegura que en una década sufrió 70 robos. Y que, harta de trabajar para los ladrones, decidió cerrar las puertas del comercio para siempre.
La drástica medida puede verse reflejada en la vidriera de "Sol", su negocio de la avenida Carlos Tejedor al 700: "Me voy. Vendo todo. Me cansé que me roben".
Rosa es diseñadora de modas, dice que este país es "hermoso", pero que la situación "no da para mas". La última vez que entraron a robarle, el martes pasado, recibió un culatazo y le gatillaron un arma en la cabeza. Se llevaron dinero y prendas de vestir en bolsas de residuos.
"Me cansé de luchar, ya no tengo más fuerzas, no quiero esto para mi vida ni para mis hijos", dijo la mujer.
Un día después del último atraco, entrevistada por el sitio marplatense de noticias 0223, señaló: "Lo de ayer fue la gota que rebasó el vaso, esto se fue de las manos totalmente, no tengo más ganas de seguir".
Entre la angustia y la resignación, Rosa reconoció que todos los comercios de la zona padecen la misma problemática y que la avenida Tejedor "está terrible".
"Recién ahora tengo la policía afuera custodiando el local pero ya es tarde, tengo la decisión tomada", lamentó la comerciante.
Una adolescente recibió un disparo el cuello, en la zona oeste. Un hombre resultó baleado en el rostro y las piernas, en zona sur. Y un joven fue atacado con un arma blanca tras una presunta discusión de pareja.
Se registró este martes a media tarde en una zona cercana al puente de la ruta 34 que pasa por el curso de agua, a muy pocos kilómetros del acceso a Rosario por el noroeste. Se aguardan las pericias correspondientes para determinar la identidad y las circunstancias del hecho
Estrella Laurta Varela relató que su hijo estuvo preso durante un mes en febrero de 2024 por “desacato a la autoridad”, luego de violar la restricción perimetral que le había impuesto su expareja, y que en ese momento le solicitó a las autoridades “que no lo soltaran”
Fue en la zona de Yerua, a unos 35 kilómetros de Concordia, en el marco de la búsqueda de Martín Sebastián Palacio