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Arrestaron al hombre que dejó abandonada a su beba en la calle

Después de cuatro días de permanecer prófugo, la policía lo encontró en cercanías de la casa que habita con su mujer y los hijos. Había dejado a su hija de madrugada.

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Después de cuatro días de permanecer prófugo, el hombre que dejó abandonada a su bebé de 15 meses en Santa Fe fue detenido por la policía. Ocurrió este domingo, pasadas las 18, cuando personal de la comisaría 6ª de la capital provincial dio con J. M. L., de 32 años y padre de K., la bebita que durante la madrugada del miércoles pasado fue depositada en una ermita, en un terraplén ferroviario de pasaje Lassaga y Martín Zapata, de esa ciudad. El hombre fue encontrado en calle Brasil al 4500 del bario de Barranquitas, cuando merodeaba la casa de su esposa.

Con esta detención se cierra una historia que tuvo en vilo a la ciudad durante el miércoles, cuando la beba fue hallada de madrugada por un matrimonio y la policía, quienes la llevaron a una comisaría hasta que apareció su madre. La captura se encuadra en la investigación por el abandono de la criatura ocurrido a las 5.30 de aquel día, y que fuera denunciado por la pareja del detenido y madre de la beba, Estela A, de 23 años, por haberse llevado la pequeña después de mantener una agria discusión con su pareja.

J.M.L. fue detenido mientras merodeaba por los alrededores de la vivienda de su mujer, en calle Brasil al 4500 y fue trasladado a la comisaría 6ª de Santa Fe. Inmediatamente desde la jefatura de la Agrupación de Unidades de Orden Público se informó al fiscal Roberto Apullán, del Ministerio Público de la Acusación.

La historia

La detención es el último capítulo de una historia que se inició el pasado miércoles cuando, según la madre de la pequeña, mantuvo una extensa discusión con su pareja hasta que luego de una hora este decidió llevar a la pequeña K., la menor de sus tres hijos, a la casa de los padres de Estela, vecinos del barrio Barranquitas, lugar al que, en realidad, nunca llegaron.

Aproximadamente a las seis de la mañana de ese día, Estela decidió ir a ver a su hija a la casa de sus padres, donde estos le confirmaron que su pareja y la beba nunca había llegado. Estela lo buscó por el barrio, y luego fue al hospital Iturraspe, hasta que se enteró por la radio LT10 que una beba había sido encontrada abandonada en barrio Ciudadela y que había sido llevada al Hospital de Niños Orlando Alassia. El director del ese centro asistencial, Osvaldo González Carrillo, aseguró entonces ante los medios locales que el estado de salud de la niña era bueno.

Luego del reencuentro entre madre e hija, Estela y K. fueron trasladadas hasta la comisaría 11ª, donde se iniciaron las acciones legales correspondientes, ya que fue en esa jurisdicción donde a las 5.30 de la mañana la beba había sido encontrada por personal policial y unos vecinos alertados por su llanto. La niña estaba al lado de la ermita de una virgen ubicada en un terraplén ferroviario y rodeada de espesa vegetación en la zona de las vías, en barrio Escalante.

Stella Moreno, abuela materna de K., afirmó al diario UNO de Santa Fe que su hija atraviesa una situación social límite. "Mi hija tuvo una discusión con su esposo, se fueron cerca de las tres de la madrugada a una plaza a hablar, pero ella se quedó un rato más; él se fue con la beba y no regresó a la casa. Fue un momento inconsciente, no sabemos qué le pasó", dijo.

A poco de ocurrido el hecho se hicieron presentes en la comisaría dos funcionarias de la Secretaría de la Niñez, el Menor y la Familia para brindar contención al grupo familiar.

Jaime Perelló y María Elena Escobar fueron los vecinos que advirtieron el llanto de la beba y alertaron a la policía, Aunque en principio creyeron que se trataba de su pequeña nieta, pronto comprobaron que el sonido provenía desde afuera de la vivienda, en una zona poblada de vegetación. No sin antes alertar 911, el matriomonio fue directamente hasta el lugar. María Elena se quedó en el patio de la vivienda, mientras que Jaime ingresó al monte junto con los policías y allí se encontraron con la pequeña K. de un año y tres meses, rubia y de ojos claros, bien abrigada y llorando.

Jaime y María Elena tienen 42 años, son padres de dos hijos, un varón de 10 años y una joven de 22 que los hizo abuelos de una beba de tres meses. Testigos que vieron a la madre llegar para corroborar que se trataba de su niña, ambas se fundieron en un abrazo emocionado.

Fuente: La Capital

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