El chiquito recibió el disparo que habría sido dirigido a su padre que estaba al lado suyo. El proyectil le dejó dos orificios en el cráneo, uno de entrada y otro de salida. Estaba internado en el Vilela
Rosario.- Otra vez un niño cayó herido por un enfrentamiento entre adultos. Este martes por la noche un nene de 9 años tuvo que ser internado de urgencia en el Hospital Víctor J. Vilela con un balazo en la cabeza. El disparo, suponía la policía, iba dirigido en realidad a su papá que al momento del ataque estaba junto a él.
Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, el hecho ocurrió este martes pasadas las 23 en la puerta de una casa de Colombia al 2000, en la zona oeste rosarina. Allí estaban parados padre, hijo y abuela cuando se escuchó el disparó que tumbó al pequeño al suelo.
Su papá, de 34 años, inmediatamente lo llevó al policlínico San Martín y desde allí lo derivaron al Vilela. La bala había dejado dos orificios en su cráneo, uno de entrada y otro de salida. Sin embargo, el chiquito nunca perdió la conciencia.
Ahora investiga el misterioso ataque personal de la comisaría 14ª. Aún no hay detenidos ni sospechosos.
No hay indicios de amenaza contra su dueña, una vecina del barrio Vía Honda. Al momento la investigación no relaciona el hecho con los coches quemados días atrás
El siniestro vial ocurrió en el atardecer de este martes en Garay y Larrea. El móvil policial iba a un operativo y circulaba a alta velocidad, según vecinos. Una agente fue derivada para atención médica, fuera de peligro.
Este fin de semana se volvieron a registrar numerosos casos de vehículos prendidos fuego en distintos barrios de la ciudad como Alvear o Parque Field, acompañados por notas amenazantes firmadas por "Los Rosarinos".
El hecho tuvo lugar alrededor de las 8 de la mañana de este jueves, en la estación de GNC que se encuentra en Uriburu y Flammarion. Dos personas que circulaban en una moto blanca, sin patente, ingresaron al playón, frenaron frente al local comercial y el acompañante tres veces contra las puertas del mismo. Además, dejaron un mensaje escrito, cuyo contenido aún no trascendió.
La víctima ingresó a un sanatorio privado de la ciudad con lesiones en distintas partes del cuerpo y una hemorragia interna. Tras tomar declaración a testigos, la fiscal Pairola ordenó la detención de una sospechosa de 76 años.