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Alvear: Le destrozaron el automóvil con un bate de béisbol y lo molieron a golpes

Brutal e inexplicable golpiza por parte de otro a quien la víctima y sus allegados sindican como un empleado comunal que venía de participar de una caravana proselitista.

Marcelo se recuperaba ayer en su casa. Le pegaron en la boca, el cuello, la cabeza y la espalda. Asegura que el agresor estaba “sacado”.

Marcelo se recuperaba ayer en su casa. Le pegaron en la boca, el cuello, la cabeza y la espalda. Asegura que el agresor estaba “sacado”.

Alvear.- Un joven de 30 años fue víctima en la localidad de Alvear de una brutal e inexplicable golpiza por parte de otro a quien la víctima y sus allegados sindican como un empleado comunal que venía de participar de una caravana proselitista en favor del actual presidente comunal, Carlos Pighín, candidato en las elecciones primarias.

El agresor se valió de un bate de béisbol para destrozar literalmente el auto de Marcelo Cardella, quien salía de su casa de General Savio al 2000 para llevar a su novia al trabajo. Pero no conforme con eso, arremetió sin mediar palabra contra el conductor y con el mismo palo lo golpeó en la boca, el cuello, la cabeza y la espalda hasta dejarlo casi inconsciente.

El presidente de la comuna, que aseguró haberse enterado del hecho horas después, calificó la agresión como "inentendible e inaceptable", y aseguró que de comprobarse los hechos se actuará en consecuencia. Alrededor del episodio se conjeturan motivaciones tanto políticas como personales entre los protagonistas, e incluso se habló de una creciente violencia verbal a través de las redes sociales que habría desencadenado la ira del agresor, aunque nada justifica semejante violencia.

De golpe. Habían pasado las 20.40 del jueves cuando, después del paso de una caravana que proclamaba la candidatura de Pighín, Marcelo Cardella salió de su casa con su Volkswagen Gol blanco para llevar a su novia a Fighiera, donde trabaja en una estación de servicios. "En ese momento me cruzaron con un Bora dos muchachos a los que yo conozco. Uno de ellos se bajó con un bate de béisbol. No lo vi borracho ni me pareció drogado, pero estaba totalmente sacado. Sin decirme nada, me rompió el parabrisas, después me dio en la cara y casi me baja los dientes, que los tengo todos flojos", contó ayer Marcelo desde la cama de su casa, visiblemente lastimado. "Mi novia se bajó llorando, y ellos me decían «fuiste, perdiste, te vamos a matar»", contó.

Fue tal la violencia de la agresión que los vidrios del auto quedaron destrozados, y parte de la carrocería con abollones. Algunos de los vidrios le produjeron a Marcelo heridas en los brazos.

Los testigos (empezando por el mismo Cardella) sindicaron a los agresores como Iván y Javier Z. (ambos del mismo apellido y presuntamente primos), pero a Javier como el más obstinado en propinarle tunda al muchacho. La víctima asegura que jamás tuvo un encontronazo con ellos. "No éramos amigos, pero aquí nos conocemos, los saludaba siempre. Yo no entiendo lo que pasó, hasta pienso que me confundieron con alguien, no sé. Lo que sí sé es que si me bajaba del auto, o si llegaban a tener una pistola, me mataban".

Cardella fue trasladado al Hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez donde le hicieron estudios y curaciones, y ayer se recuperaba en su domicilio, donde vive con su padre y tres hermanos, dos de ellas mujeres. No sufrió fracturas, pero sí fuertes golpes que eran visibles en la boca y la espalda, y distintos cortes que ayer cubría con vendas. Su novia, Romina Herrera, de 25 años, no sufrió daños, pero sí un fuerte shock por lo sucedido.

Rubén Cardella, el padre de Marcelo, no había podido dormir ni comer en todo el día. "Esto no había pasado nunca en este pueblo, yo no lo vi en mi vida. Ese muchacho (por el agresor) estaba fuera de sí", comentó.

Marcelo se quedó hace poco se quedó sin trabajo y espera que una empresa de contrataciones lo ubique en otro puesto laboral. No está afiliado a ningún partido político, pero mantiene una larga amistad con Renato, el hijo de Oscar Montagni, ex presidente comunal justicialista, actual candidato en las Paso, aunque sin oponentes internos, y a cuya campaña Marcelo habría prestado alguna colaboración.

Convocatoria. El caso recayó en la subcomisaría 8ª de Alvear, donde ayer no proporcionaron ninguna información. Fuentes del Ministerio Público de la Acusación revelaron que al cierre de esta edición el fiscal de turno, Rafael Coria, no había sido informado sobre el hecho, pero esperaban que la policía enviara las actuaciones una vez que tuviera identificado al agresor.

A raíz del hecho, allegados a Cardella convocaron a una concentración frente a la comuna, que no pasó de unas 20 personas, en su mayoría jóvenes de la misma edad de la víctima que se juntaron para solidarizarse. "La gente tiene miedo", dijo Renato Montagni. Su padre Oscar prefirió no entrar mucho en la polémica "porque después dicen que uno distorsiona", pero no se privó de especular conque en el oficialismo "hay una desesperación por quedarse. Esto no puede pasar así no más, no queremos bandas, estamos en un pueblo donde tenemos que vivir en paz", señaló.

"Inentendible, inaceptable". Por su parte, Carlos Pighín manifestó una "gran tristeza" por lo ocurrido, porque "de confirmarse los hechos, se trata de personas de la localidad y nos genera un doble conflicto: el supuesto agresor es empleado en el área de desmalezamiento, y el agredido es hermano del operador de la FM de la comuna. Esto afecta a la familia comunal", lamentó.

Pighín calificó de "muy extraña" la situación, en una comuna donde "venimos trabajando desde hace tiempo en unir lazos. Durante muchos años se generó una división muy grande en Alvear, que queremos revertir. Realmente, vivimos esto como un retroceso".

El mandatario aseguró que "una vez comprobados los hechos, tenemos instrumentos para actuar contra el agresor, empezando por la apertura de un sumario".

Y después de calificar el episodio de "inentendible e inaceptable para la convivencia", lamentó y se asombró de que la agresión se haya producido "después de una noche fantástica en la que hicimos una caravana con familias. Era la madrugada y estábamos en el playón cuando me enteré de lo que había ocurrido. Fue realmente una cosa rarísima, de otro planeta".

Fuente: La Capital

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