Son 101 los árboles que derribó la tormenta, y los vientos llegaron a ser de 100 kilómetros por hora lo que produjo varios daños en la ciudad de Rosario.
Más de cien árboles caídos y vientos que alcanzaron los 100 kilómetros por hora, que derivó en la voladura de techos en algunas zonas puntuales de la ciudad, fue el saldo que dejó esta tarde la tormenta que azotó a la ciudad alrededor de las 16.
101 árboles se cayeron en la ciudad, en algunos casos sobre vehículos particulares, luego de la intensidad que tuvo la tormenta de esta tarde en la ciudad, cuando un rato antes de las 16, y tras un calor abrazador, el cielo se puso muy oscuro, y se largó la lluvia con vientos muy fuertes, que en algunos casos llegaron a los 100 kilómetros por hora.
La intensidad de la misma provocó la voladura de algunos techos como en el caso de una casa en cabal al 1200 Bis, en Empalme Graneros, donde más allá del desastre no hubo que lamentar víctimas.
"Es la primera vez que pasamos por esto", dijeron los vecinos, quienes no recuerdan haber soportado un viento tan fuerte en esa zona, a la vez que dieron gracias porque no había peatones dando vueltas, con lo que las consecuencias no fueron tan graves como podrían haber sido.
El mandatario rosarino contrajo matrimonio este mediodía. Sus hijos fueron los encargados de entregar los anillos y compartieron la ceremonia familiares, amigos y funcionarios.
Con 46 casos confirmados y probables en lo que va de 2025, Santa Fe es la segunda provincia más afectada después de Buenos Aires. El sur provincial suma riesgo tras las inundaciones por la tormenta de Santa Rosa
El inicio, poco antes del mediodía de este jueves, fue en una playa de estacionamiento de camiones cerca del centro urbano de la ciudad ubicada a unos 52 kilómetros de Rosario. El combustible encendido comenzó a derramarse por la zona.
Alejandra, la titular de Sophies Pattiserie, denunció el miércoles que ocho jóvenes consumieron en el bar, pero la estafaron. Este jueves, una de las implicadas fue al local y pagó la cuenta.
La masiva caravana partió desde la planta “General Savio” (ex-Somisa) y copó el centro de la ciudad en rechazo al apagado del alto horno, los despidos y la precarización laboral que enfrentan más de 1.200 obreros tercerizados del Grupo Techint.