Así opinó Raúl Lozada, el piloto que fue sorprendido por dos falsos pasajeros que tras un viaje a Esquina le sustrajeron un Cesna 182. "Es probable que el avión se utilice para el narcotráfico", señaló
"Mi hicieron bajar con el avión prácticamente en movimiento. Me hicieron tirar de la máquina con una cataratas de insultos", contó hoy Raúl Lozada, el piloto del avión Cesna 182 que fue sorprendido por dos hombres que lo contrataron para volar desde Rosario hasta la ciudad correntina de Esquina para luego, y una vez que la aeronave tocaba tierra, le robaron el vehículo. El aviador opinó que los ladrones probablemente no haya seleccionado la aeronave por su valor económico, sino por sus condiciones de vuelo y de transporte para utilizarla en el tráfico de drogas.
En diálogo con el programa "El primero de la mañana" de La Ocho, Lozada revivió las peripecias que afrontó ayer a la mañana cuando dos hombres, previo contacto con el Aeroclub Rosario, lo contrataron para volar desde Alvear hasta Esquina, en la provincia de Corrientes.
El viaje se realizó con normalidad hasta que la máquina tocó tierra mesopotámica. En el momento en que el piloto realizaba la maniobra de carreteo hacia la cabecera de la pista, los pasajeros lo redujeron y lo obligaron a bajarse del habitáculo. De esa forma, los ladrones le hicieron dar al Censa un giro de 180 grados, tomaron máxima velocidad y volvieron a volar en dirección al norte, según contó Lozada.
Lozada contó a La Ocho que el avión, al momento en que lo bajaron, "tenía una autonomía de vuelo de unas tres horas y media o cuatro", y que con ese combustible podría ir a cualquier punto "dentro o fuera del país". "En la línea derecha que tomaron al levantar vuelo van directamente a Paraguay, pero a los cinco minutos pudieron hacer un viraje a la derecha o a la izquierda y la aeronave pudo aterrizar a cuarenta kilómetros", sostuvo Lozada.
"Como en Argentina no hay una radarización de las fronteras efectiva, cualquier aeronave puede entrar o salir del país por la zona de la triple frontera con total libertad y nadie lo va a detectar y ni siquiera lo irá a buscar", remarcó el piloto rosarino.
Lozada consideró que el los ladrones no robaron el avión por su valor económico. "No lo puedo asegurar, pero es muy probable que lo utilicen para hacerlo trabajar en el narcotráfico. Les sacan todas las butacas y el avión tiene una capacidad de 400 o 500 kilos de carga, y viene muy bien para eso. Es una máquina que despega y aterriza en cualquier terreno y con escasos metros de distancia. Puede hacerlo en una calle sin obstáculos. Una vez que descargan la mercadería pueden hacer un despegue corto en cualquier lugar."