Se desató a media tarde con lluvia intensas y fuertes vientos. En varias zonas cayeron piedras que obligaron a los automovilistas a refugiarse. Las calles eran ríos y muchas fueron cortadas. El agua entraba en muchas casas
El domingo había pasado cerca, pero esta vez Rosario no zafó del fuerte temporal que se desató en la región este miércoles a la tarde, con intensas lluvias, fuertes vientos y hasta granizo en algunas zonas. Lo advertía el alerta meteorológico lanzado más temprano, que seguía vigente. El agua rebalsó las calles, ganó las veredas e ingresaba en cantidad a muchas casas.
Cerca de las 17 las precipitaciones eran abundantes y había preocupación por el aumento del nivel del agua en barrios como Nuevo Alberdi, que suele tener problemas de ese tipo ante estas circunstancias.
Más tarde llegaron fuertes ráfagas y en algunas zonas, como el centro de la ciudad, comenzó a granizar. Las piedras que no fueron grandes pero obligaron a los automovilistas a refugiarse donde podían.
Al mismo tiempo, las calles eran ríos. Rápidamente, muchas quedaron totalmente anegadas y fueron cortadas al tránsito. Por caso, en Acceso Sur y el puente sobre Avenida del Rosario, y en Oroño y 27 de Febrero.
En tanto, en numerosas viviendas, vecinos luchaban en vano para evitar el ingreso del agua, como en ambas márgenes de la avenida Presidente Perón.
Por su parte, en Puente Gallegos crecía la “indignación por el agua de las zanjas que entran en las casas”, denunciaron los habitantes de esa zona que se comunicaron con Rosario3.com. “Hemos hecho muchas denuncias y ningunas de ellas fueron respondidas, queremos una solución inmediata”, reclamaron desde Ovidio Lagos al 7500.
La tormenta hizo vibrar las calles a fuerza de rayos y agua a baldazos desde la mañana. Otra vez, un fenómeno meteorológico eléctrico puso al cielo como escenario principal.