Las denuncias de violencia familiar recibidas en enero en los tribunales crecieron un 30% con relación al año anterior. La mayoría corresponde a situaciones de tensión doméstica pero también hubo casos donde se solicita la internación de hijos adictos.
Durante la reciente feria los Tribunales provinciales de Rosario recibieron un 30 por ciento más de denuncias de violencia familiar que en años anteriores. Aunque eso no demuestra necesariamente un incremento real de los casos, los operadores de Justicia interpretan que una porción importante de las personas que llegaron al edificio de Pellegrini y Balcarce lo hizo en busca de contención.
En general, se trata de mujeres víctimas de amenazas o malos tratos de parte de concubinos o ex maridos, pero también de madres que solicitaron la internación de hijos adictos, entre otras situaciones.
Sólo del 2 al 31 de enero pasados los juzgados de Familia en turno acumularon nada menos que 630 denuncias. De ellas, 80 correspondieron a trámites de rutina y el resto a diversas situaciones de violencia doméstica, lo que se tradujo en un promedio 25 casos diarios, teniendo en cuenta las 22 jornadas hábiles que marcó el almanaque.
El número parece elevado. E incluso sorprendió a los propios jueces y auxiliares que trabajaron en la feria, que con esos datos preliminares hablaron de un crecimiento del 30 por ciento respecto del mismo mes de 2012.
Pero, como se viene dando en los últimos años, y campañas de concientización mediante, también se deduce que ese crecimiento está íntimamente ligado a la voluntad de las mujeres de animarse a denunciar los apremios.
No obstante, quedó en evidencia que la mayoría de ellas visualizó únicamente al Palacio de Justicia como único o primer lugar para exponer la situación, lo que tal vez denote la necesidad de implementar otros espacios de instancias previas a la judicialización.
La magistrada de Familia Sabina Sansarriq, en turno durante el receso, confirmó el crecimiento de las denuncias. Pero hizo la salvedad de que, en muchos de los casos, las personas fueron en busca de contención.
"Fue intenso el trabajo respecto de las situaciones de violencia. Notamos que, más allá de los oficios que libramos en el mismo día por situaciones de extrema urgencia (prohibiciones de acercamiento o exclusión del hogar de concubinos que amenazaron o golpearon a sus parejas), la mujeres en general necesitaron contención, alguien que escuchara su realidad", indicó.
En ese sentido, agregó: "En algunos de los expedientes se convocó a las partes para conocer el conflicto, que a priori lucía grave, y notamos que en realidad lo que necesitaban era la intervención de un tercero imparcial ante quien poder exponer las diferencias. Luego de esa instancia, todo parecía encaminarse".
Si bien aclaró que, tras analizar caso por caso, "siempre se da una respuesta inmediata", también notó la falta de "un primer nivel de contención para depurar las causas que no son tan trascendentes y que insumen el trabajo de la fiscalía, los secretarios, los proveyentes y los jueces".
"En muchas denuncias ordenamos en el día la prohibición de acercamiento o exclusión del hogar, pero no vinieron a buscar el oficio para llevarlo a la comisaría. Eso demuestra que no era tan grave como se planteó", advirtió.
El enero movido en Tribunales incluyó otros modos de violencia, ya que hubo presentaciones de padres que pidieron la urgente internación de sus hijos por problemas de adicción. También el reintegro de niños cuyo progenitor no conviviente extendió el contacto durante las vacaciones.
¿Hace falta ampliar la red de contención, hacer visibles otros resortes del Estado para que las personas no sólo encuentren en Tribunales la respuesta que buscan? Tal vez ese sea uno de los elementos que surgió durante la reciente feria. Aunque también queda en claro que siempre será la Justicia la facultada para dictar medidas tendientes a prevenir males mayores.
CAMBIO DE ACTITUD DE LOS JUECES
La estadística que surgió en Tribunales durante la feria judicial no fue tomada como algo inusual por la titular del Instituto de la Mujer municipal, Andrea Travaini. "Es el espacio donde se alberga la ley y, para las mujeres, eso tiene un gran peso simbólico. La ley está para ser cumplida y los primeros que la deben aplicar son los jueces", sostuvo.
Sobre el crecimiento de las denuncias de violencia familiar, Travaini expuso que, "para algunas mujeres, esa instancia representa la única alternativa para hacer cumplir la ley".
"Hay muchos hombres, no todos, que frente a la decisión de un juez ponen freno a sus actitudes violentas. Entonces, la mujer va en busca de alguien que interceda. Es una referencia muy fuerte la que se tiene de los Tribunales", analizó.
Al respecto, agregó: "Podemos contener y asesorar a través del equipo interdisciplinario del Teléfono Verde (0800-444-0420) o el Centro de Asistencia Judicial (CAJ), pero hay un momento en que el caso se debe judicializar. Y para eso están los magistrados, los encargados de hacer el control de legalidad y dictar las medidas urgentes que sean necesarias".
Luego habló de un "cambio saludable" que experimentaron los magistrados. "Hace diez años demoraban una semana para dictar una prohibición de acercamiento o exclusión de hogar, ahora la sacan en el día. Eso es positivo. Es mejor prevenir y después hacer un abordaje sobre lo seguro", concluyó.
Desde la Secretaría de Deporte y Turismo se anunció que la tradicional celebración de la ciudad tiene una jornada extra, en el marco de los 40 años del encuentro. El predio funcionará de 19 a 22.30