A escasos cinco días del paro y la protesta que un grupo de tacheros armó frente a la casa de Lamberto, arreciaron las quejas.
Rosario.- Cuando todavía no terminaba la semana que dejó a la ciudad sin taxis por un paro de los choferes y con un "acampe" de protesta ante la casa particular del ministro de Seguridad provincial, el sindicato de los peones salió a denunciar 12 nuevos asaltos. "Solamente entre el viernes a la noche y el sábado a la madrugada hubo diez", puntualizó el titular del gremio, Horacio Boix, convencido de que "la policía casi no se vio" el fin de semana largo y la Gendarmería no mucho más. "Es evidente que lo que se promete no se puede cumplir", aseguró, para preguntarse si, "más allá de la buena predisposición del ministro" (Raúl Lamberto), lo que ocurre no se debe a "una falta de acatamiento de la fuerza policial". El dirigente afirmó incluso que es "notoria" la escasez de efectivos, algo que "el propio Lamberto admitió cuando dijo que solamente en la ciudad se necesitarían otros cuatro mil agentes".
En la misma línea de lo que viene pasando desde hace tiempo, la mayoría de los robos que los taxistas dicen haber sufrido no se denuncian. Sin embargo, Boix aseguró que "todos se cometen con armas", ya sea blancas o de fuego.
Y gracias a la información que se pasan los choferes por las redes sociales, el sindicato lleva un conteo diario de los ataques que tienen a sus afiliados como blanco. Así, del viernes a ayer al mediodía, el registro llegaba a 12 robos, sin heridos.
Los episodios contabilizados el viernes se dieron en pasaje Decretada y Urquiza, Neuquén y Fraga, Espinillo y Seguí, y Beruti y Gálvez. En el último de esos casos, al chofer le sustrajeron el vehículo.
Al día siguiente los robos se registraron en Ocampo y Felipe Moré, Mellian y Batlle y Ordóñez, Mendoza al 9000, Biedma y Balcarce, y Centeno y Paraguay. En el último de los hechos, quienes protagonizaron el asalto a mano armada fueron dos mujeres jóvenes y el chofer se descompuso.
El domingo la lista sumó ataques en Juan Manuel de Rosas y Virasoro (donde el ladrón terminó detenido por el Comando Radioeléctrico), San Martín y 24 de Septiembre, Presidente Quintana y Pueyrredón, y Guatemala al 1600.
Inviable. Los nuevos incidentes funcionaron como prueba de que "los corredores seguros" no lo son tanto. Por eso Boix aseguró: "Quedamos con las autoridades en que van a reforzar esos controles, pero está claro que lo que se promete no se puede cumplir después en la realidad porque no hay presencia policial en las calles".
Siempre según el gremio, "el viernes a la noche se vio algo de policía, pero el sábado y el domingo prácticamente no hubo nada".
¿A qué atribuir esa ausencia? Para Boix, "más allá de la buena predisposición del ministro", todo indica que hay "una falta de acatamiento de la fuerza policial", a lo que se suma la reconocida insuficiencia de móviles y efectivos.
"Lamberto dijo que le hacen falta unos 4 mil agentes nada más que en Rosario, cuando en febrero recién se van a sumar con suerte otros 1.500", recordó, un número que definió "como bien lejos de la necesidad".
Y en cuanto a la trillada pregunta de si los controles de Gendarmería han decaído, el dirigente de los choferes estimó que después de algunas denuncias que la fuerza recibió por haber cometido abusos en los controles "medio hace la plancha".
Ante ese panorama, Boix volvió a defender los números "extraoficiales" de hechos delictivos que tienen a taxistas como víctimas, "más allá de que haya o no denuncia policial". En los últimos dos meses, más de 200, una situación que definió como "angustiante y complicada".