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La mayoría quiere cuidarse, pero no sabe bien qué come

Una encuesta reveló que los argentinos desconocen cuántas calorías deben ingerir. Y sólo el 25% lee las etiquetas de lo que consume. Los especialistas recomiendan priorizar la calidad nutricional.

El 70% los compradores dijo que se preocupa por ver el vencimiento de los productos. Pero pocos reparan en ítems como el porcentaje de grasas o colesterol. Foto: Imagen Ilustrativa

El 70% los compradores dijo que se preocupa por ver el vencimiento de los productos. Pero pocos reparan en ítems como el porcentaje de grasas o colesterol. Foto: Imagen Ilustrativa

A los argentinos les interesa cuidarse, pero saben muy poco de la calidad de lo que comen. La tendencia se confirma con los resultados que arroja una encuesta realizada por TNS Argentina entre más de 1.000 personas. La mitad dijo que se ocupa de seguir una dieta saludable, pero sólo 1 de cada 4 lee las etiquetas de los alimentos para informarse de su valor nutricional. Apenas el 7% sabe que una dieta requiere ingerir 2.000 calorías, en promedio, por día, y el desconocimiento es alto incluso entre quienes se declaran informados sobre temas de alimentación. Ante este cuadro, la mitad de los encuestados valora que los restaurantes incluyan en sus menús información calórica para ayudarlos a tomar mejores decisiones.

Especialistas consultados por Clarín explican que es importante conocer la cantidad y la calidad de lo que se come. “En general, hay estudios que demuestran que la gente que cuenta las calorías le va mejor en su plan nutricional ”, explica Alberto Cormillot. Y apunta que eso no es lo único, “también son fundamentales la calidad de los alimentos, su distribución durante el día, las porciones y comer concientemente”.

“Es cierto, la gente desconoce el tema de las calorías y es por el ‘charlatanerismo nutricional’ que abunda: se sabe más de las pseudos dietas que de la cantidad de calorías que hay que consumir por día ”, afirma Marcela Leal, directora de la carrera de Nutrición de la Universidad Maimónides.

Sin embargo, para Rosa Labanca, directora del Centro de Docencia de la Sociedad Argentina de Obesidad, “las calorías son un concepto abstracto; lo que hay que estimular es la ingesta de alimentos protectores ”. “La gente no tiene por qué saber estrictamente cuántas calorías debe consumir. Actualmente se habla más de alimentos convenientes y no convenientes, como los procesados, los productos de panadería y pastelería, las galletitas, pizzas, empanadas, aderezos.

Es importante consumir carne, pollo y pescado (al horno o a la plancha), frutas, verduras, yogures y algo de leche, todo descremado ”.

La encuesta de TNS Argentina, realizada para Arcos Dorados, indica, además, que entre los hábitos más adoptados por los consumidores se menciona en primer lugar –y muy por encima de otras prácticas– leer el vencimiento de los alimentos que compra o consume, mencionado por el 70% de los encuestados.

Informarse sobre las calorías de los alimentos que se consumen y seguir una dieta equilibrada es el segundo hábito más nombrado (34%). Detrás aparecen el control de las grasas que se ingieren (29%), informarse del contenido nutricional de los productos que se compra o consume y el control del colesterol (ambos con el 25%). ¿Quiénes los practican más? Según la encuesta, que se realizó en diversas ciudades del país, fueron las mujeres, los sectores medios y altos, los habitantes de Capital y GBA, y los adultos mayores de 50 años, porque están más atentos al control de su colesterol o diabetes.

Leal sostiene que leer la información nutricional de las etiquetas y de los menús en los restaurantes es importante “ pero hay que saber interpretarlas ”.

“Los últimos cambios que hubo en la legislación argentina y del mundo ayudan, por ejemplo, que los rótulos tienen que decir cuándo son libres de grasas trans o tienen bajo sodio”.

Sin embargo, subraya que no es una tarea fácil interpretar esa información. Primero, por la letra chiquita que tienen (“en los súper de Chile los changuitos tienen una lupa”, cuenta). “Y en segundo lugar porque hay que conocer qué dicen las reglas nutricionales que regulan el etiquetado (claims) que, por ejemplo, hablan de porcentajes de grasas, de porciones o en qué casos se pueden usar los términos light y dietético”, explica.

Ana Jufé, directora del Equipo Libertador, un centro especializado en el tratamiento de obesidad y trastornos alimentarios, señala que actualmente en nutrición “ se le da más importancia a la calidad que a las calorías, porque aún contándolas se puede engordar y favorecen el desarrollo de enfermedades metabólicas”, explica.

En este sentido, la especialista dice que no es lo mismo consumir 200 calorías de proteínas provenientes de carnes magras, que de harinas industrializadas.

“Está bien que la gente lea las fechas de vencimiento de los productos; es algo básico como la vacunación. Pero es necesario subir un escalón más e instruir a la población acerca de la calidad de lo que come.

Hoy, más que contar calorías hay que moverse más y comer con sabiduría ”, concluye.

Fuente: Clarín

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