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En Santa Fe ya hay cuatro casos en los que se usa marihuana medicinal

Todo por una planta. Se suman los casos de pacientes que tuvieron muchos resultados con cannabis y ninguno con remedios.

Todo por una planta. Se suman los casos de pacientes que tuvieron muchos resultados con cannabis y ninguno con remedios.

Santa Fe avala el tratamiento medicinal con derivados del cannabis para uso compasivo en pacientes con prescripción médica. Así lo expresó el ministro de Salud de la provincia, Miguel González, tras conocerse el proyecto que presentó el diputado Leandro Busatto para incorporar al sistema de salud público medicamentos a base de aceite esencial de cannabis medicinal para el tratamiento del síndrome de Dravet. El ministro señaló que actualmente Iapos ya autorizó y compró el medicamento para casos puntuales bajo estas condiciones. De esta manera, se abre el abanico para debatir acerca del uso medicinal de la marihuana y una posterior legalización para su empleo en otras dolencias y situaciones.

A raíz del proyecto que el diputado Leandro Busatto presentó en la Legislatura provincial, en el que propone autorizar el uso medicinal del aceite cannábico para el tratamiento del síndrome de Dravet, más conocido como epilepsia mioclónica, el ministro González respaldó este tipo de tratamientos para casos de “uso compasivo”, es decir, cuando la medicina tradicional no provee los resultados esperados.

“Hay que abrir un campo de diálogo con especialistas y con los propios profesionales que trabajan en el sistema público. Hemos tenido consultas, y lo que hemos dicho es que en tanto sea utilizado en uso compasivo, vamos a financiar y ayudar a que podamos contar con este recurso”, expresó el titular de la cartera sanitaria en diálogo con El Ciudadano, acerca del uso medicinal del aceite de cannabis.

En ese sentido, González aclaró que el criterio de uso compasivo se refiere a aquellos pacientes con prescripción médica que utilizaron medicamentos convencionales y fracasaron o tuvieron dificultades terapéuticas. “El uso compasivo implica una evaluación caso a caso. En esta etapa hay que trabajar con el tema de la evidencia que hay en otros países. El responsable de Anmat, (que es la autoridad nacional sobre medicamentos, alimentos y tecnología médica) hizo una presentación a la comisión de Salud de la Cámara de Diputados para avalar el uso medicinal como uso compasivo. Nosotros acompañamos esta idea y, en principio, sabemos que la discusión que falta dar es si el medicamento se usa como primera línea terapéutica. Sobre ese aspecto aún no hay acuerdo entre especialistas. Creemos que este es el primer paso para que se abran investigaciones regionales, establecer criterios y acuerdos de otras características más amplios”, señaló González.

El ministro indicó además que ya se registraron casos en los que la obra social provincial autorizó y compró el medicamento para afiliados. “Hubo algunos pedidos médicos que ingresaron inicialmente a través de la obra social y que resultaron favorables en cuanto a la incorporación del cannabis para algunas indicaciones de uso compasivo. La idea es usarlo caso a caso, con prescripción médica e indicación precisa. Vamos a respaldarnos en qué tipo de indicación sería tomada para que la obra social y la provincia lo financien. Si tenemos pedidos avalados por el comité técnico lo haremos. Pero si hay una norma que lo avala siempre es mejor”, advirtió González, quien indicó que en la provincia actualmente hay cuatro pedidos registrados, mientras que a nivel nacional las cifras ascienden a 100 tratamientos autorizados por Anmat.

Así, desde la cartera de Salud invitaron a iniciar el diálogo y no descartaron la posibilidad de que en un futuro se comience a fabricar el tratamiento localmente, por parte de laboratorios públicos. “Es posible que se hagan en la provincia, para eso hay que homologar un sistema extractivo, lo que requiere de un tiempo. El hecho que existan las universidades públicas nos hace pensar que es posible hacerlo, pero hay que recorrer todo un camino”, concluyó González.

En busca de una ley

Las palabras del ministro González trazaron un claro aval a la discusión legislativa en ciernes. Busatto presentó este lunes el proyecto de ley para incorporar al sistema de salud público de la provincia los medicamentos a base de extracto de cannabis para el tratamiento del síndrome de Dravet, más conocido como epilepsia, y para otras patologías que sean consideradas pertinentes por la autoridad de aplicación, designada como el propio Ministerio de Salud.

“Teniendo en cuenta el antecedente de Chubut, el diálogo con asociaciones de madres y padres que trabajan en el cuidado de sus hijos suministrándose aceite y otros derivados del cannabis medicinal y la tendencia mundial, nos pareció importante generar una legalización para una situación que está presente pero es subyacente, poner en debate el tema y que Santa Fe participe de modo positivo”, explicó Busatto acerca del proyecto presentado en la Legislatura provincial.

Actualmente la Anmat autoriza excepcionalmente la importación de aceite cannábico de uso medicinal para ciertos pacientes bajo prescripción médica. La propuesta de Busatto dispone la cobertura integral del tratamiento de parte del Instituto Autárquico de Obras Sociales (Iapos), posibilitando la posterior ampliación de la cobertura, incorporando otras patologías además de las señaladas.

“El inconveniente principal es conseguir la excepción para importar y el costo, que ronda en 200 dólares los 100 mililitros de aceite. Estamos convencidos de que se necesita respaldo a nivel nacional para una ley que le dé cobertura legal en todo el país. Iapos puede ser una opción interesante para cubrir estos tratamientos para diagnósticos alternativos o complementarios. La idea además es que el producto que se cubra no sólo sea el aceite sino otros derivados. Lo propusimos para síndrome de West o Dravet pero lo podemos ampliar mediante la autoridad de aplicación”, sostuvo Busatto, quien aclaró que el tratamiento no se contrapone sino que complementa el convencional.

Con todo, el legislador se mostró conforme con la repercusión positiva del proyecto, al que consideró un potencial antecedente para discutir una ley nacional de fondo. “Me sorprendió positivamente la repercusión, tuvo un 99 por ciento de adhesión de la gente y otros que llaman para interiorizarse y adherir a que otras enfermedades se incorporen. Falta mucho por avanzar, pero hubo síntomas importantes; hay paneles, desde efectores públicos de salud donde el tema toma cuerpo, y sería importante que la provincia avance en la sanción de esta ley. La solución de fondo sería levantar la prohibición de cannabis medicinal. Esto permitiría el autocultivo y la producción industrial en el laboratorio o el blanqueo de la producción artesanal, que es anónima por una cuestión de legalidad. Ojala sea un antecedente que sirva para apuntalar la ley nacional de la que hay varios proyectos”, concluyó el diputado, cuyo proyecto irá ahora a la comisión de salud en busca de consensos.

Que no

Horacio Tabares – Fundador y director de Vínculo / Centro Comunitario de Salud Mental

“Mientras se ajuste a todos los requisitos de un medicamento para ser aprobado en nuestro país no creo que tendría que haber ningún problema para que la resina de cannabis pueda circular. Pero hay que tener presente que una cosa es la resina y otra la marihuana, ambas se extraen de la cannabis sativa, que pueda ser utilizada como fármaco pero no habilita a pensar que la marihuana tenga propiedades medicinales. Sería lo mismo que pensar que la morfina, que se extrae del opio, lleve a pensar que el opio tiene propiedades medicinales. Puede haber sectores interesados en presentar a la marihuana como sustancia inocua y que aumente o eleve la tolerancia social”.

Que sí

Valeria – Miembro de Mamá Cultiva Rosario

“Ese aceite es el que viene de California, es el que aprobaron en Chubut, sólo tiene el compuesto denominado CBD. Mi hijo tiene autismo y consume THC, otro de los componentes principales y muy poco CBD. Tengo compañeras con epilepsia refractaria y otras patologías que derivan en convulsiones y toman alto CBD pero con THC, que es lo que favorece a un despertar cognitivo. El diagnóstico de mi hijo Lázaro no hace ni un año que lo tengo, un fin de semana tuvo una crisis muy fea, como si estuviera poseído. Me regalaron un aceite. Mi hijo comenzó un martes a la noche y el miércoles al mediodía era otro nene, miraba a la gente, y de ahí empezamos y todos los días es sumar una cosa”.

Fuente: Diario El Ciudadano

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