“Lo hice de corazón”, fue la primera expresión de Eduardo Díaz. El empleado municipal contó que la imagen que “custodia” el ingreso al corralón municipal, estaba muy deteriorada por el paso del tiempo y por las inclemencias propias del clima. Al estar a la intemperie, no sólo estaba empeorando su estado general sino que alguien, seguramente de forma accidental, la había quebrado. Lo cual la había dejado prácticamente en fragmentos de yeso.
Al ver cómo estaba, “Lalo”, no dudó y pidió autorización hace 5 meses atrás; y fue así que se lo llevó a su casa con el objetivo de restaurarlo por completo y así fue. De hecho recordó que hace 2 años atrás se tomó la misma responsabilidad y su señora madre, ya fallecida, fue la encargada de pintarlo. Y ahora ya al no estar más físicamente, se lo ocurrió pedirle a la profesora Graciela Agosti si se animaba a esta última tarea. Ella no vaciló y luego de que “Lalo” rearmara la estructura completa de la imagen, ella fue la que se encargó de pintarlo y ayudar a darle vida nuevamente.
"Lalo" Díaz y la imagen ya terminada y colocada nuevamente en su lugar.
Ahora el patrono del Pan y del Trabajo se encuentra otra vez en su sitio; previo a ser bendecido por el Padre Pedro Pergañeda. Fue colocado dentro de una vitrina y todos se admiran de lo extraordinario que lo dejaron.