Amigos de la Estación y 53 años de historia

Nació como un grupo de vecinos interesados en mantener limpio y ordenado el predio cercano a la estación ferroviaria. Según su acta de fundación, fue justamente el 16 de diciembre de 1969 cuando el entonces intendente José Costantini los convocó y dio lugar a la primera comisión directiva de lo que hoy es la Asociación Amigos de la Estación.
Luis De Rienzo- presidente, Luis Pianelli- secretario, Luis Logrippo- tesorero, Luis Berdichevsky, Rodolfo Moscariello, Nazareno Calvani y Guillermo Armando son los primeros nombres que aparecen en esa comisión encargada del embellecimiento del terreno propiedad del Ferrocarril “Bartolomé Mitre”. Tarea que contaba con el apoyo municipal incluyendo del entonces secretario de gobierno Roque Danguise y el responsable de hacienda Alfredo Delorenzi.
En un principio, el predio que Amigos de la Estación mantenía, comprendía todo el sector paralelo a las vías entre H. Primero e H. Yrigoyen. Incluso, en el sector donde está el anfiteatro allí hubo otra cancha a cargo de Amigos de la Estación. Y en el 74’, aparecen nuevos nombres a esa primera comisión como Víctor Bosco, José Quevedo, Mario Fiorilli, Eugenio Raponi, Oscar Verón y Nicolás Celis.

Es a estas personas lo que se debe de los primeros años de esta joven institución preocupada simplemente por mantener ordenado el corazón de la ciudad, a cambio de tener un predio con una cancha de fútbol para pasar el rato. Claro que no solo para ese deporte, ya que en el 84’ aparece la primera subcomisión de bochas conformada por Rivardo Génoca, Norberto Martinelli, Norberto Rossi, Oscar Brancatto, Alberto Spoto y otros. Por entonces, la cuota societaria era de 5 australes.
En los años siguiente, los trabajos se realizaron casi en el anonimato de quienes ignoraban la buena voluntad de estos vecinos que mediante cenas, torneos y buffet mantenían el predio concesionado siempre por la firma ferroviaria. Y en el 88’ aparece un acuerdo con un denominado Club Independencia para que éste se ocupe del sector desde 9 de Julio hasta H. Irigoyen a modo de préstamo. Poco se sabe de este último club, e incluso no hay muchos registros del mismo, lo que sí se entiende es que sirvió para que posteriormente el municipio se ocupe completamente de ese sector, quedando para Amigos de la Estación el que va desde 9 de Julio hasta H. Primo.
Allá por el 90’, con una cuota societaria de 4 mil australes, aparece el torneo “Daniel Decristófano” con una inscripción de 35 mil australes que sirvió, entre otras cosas, para finalizar los baños. En un principio, estas competencias trajeron inconvenientes como polémicas por equipos que le faltaban jugadores e incluso con agresiones a los árbitros, que eran los mismos miembros de la comisión directiva.
En julio de ese mismo año, hay registro de alguna fecha de ese torneo en el que se enfrentaban los equipos “Sandrita Modas” vs “Constantini”, y “Panadería Los Nonos” vs “Secop”. Y es durante ese tiempo, en febrero del 1991, que la Comisión logra comprar a un costo muy accesible su actual predio del barrio Bote Club, el que abonaron en cuotas y donde actualmente además de su cancha mayor, hay un salón de fiestas.
Los torneos se siguieron disputando por varios años más, siempre con árbitros que eran los miembros de la comisión. Por entonces, con nombres como Victor Zingoni, Hector Bucalossi, Hector Di Ramo, Marcelo Giuggia, Rodolfo Savini, Homero Abrigo, entre otros. Una sanción para no jugar once fechas a Ruben Lezcano por agredir al referí del partido, modificaciones del reglamento y la prohibición de no jugar al equipo que no había abonado el total de la inscripción, dándole el punto a su rival de la fecha – son algunas anécdotas de esos momentos.
En septiembre del 91’, a pedido de la empresa del ferrocarril, se retiran la cancha de bocha, el buffet, el quincho y se adquiere el tejido perimetral. E incluso en octubre de ese mismo año, la Comisión alquila a 1.700.000 australes un local en J. Celman 560 que sirvió por poco tiempo como sede social. Con la conversión en la economía nacional, en el 92’, la inscripción pasó a ser de $15 y la cuota mensual de $2,5.
Los siguientes años, fueron de crecimientos paulatinos para la institución cuya comisión y reuniones de socios, pocos frecuentes, se daban solamente para expulsar o sancionar a un vecino societario, o sumar a otros nuevos con espíritu fresco de trabajo. Un acta de marzo del 92, cita que la Comisión autorizó la compra de caños para la confección de los arcos y la construcción de las respectivas redes; mientras que el vicepresidente Hector Bucalosi informaba los avances en el desmalezamiento del predio de la zona costera.
En abril de ese mismo año, un bono a $10 permitió que se compren los postes y el tejido perimetral del terreno del Bote Club. En junio siguiente, un socio no rindió diez rifas y le prohibieron el uso de las instalaciones. Los ganadores fueron 1° Fabio Vazquez, 2° sin vender y 3° Hector Di Marco. Aparecen como sanciones de no poder jugar los partidos, a los integrantes de la Comisión que no se presentaban a las asambleas. Y en el 93 se presenta una de las comisiones que más tiempo estuvo al frente de la institución integrada, entre otros, por Victor Zíngoni, Hecto Di Ramo, Marcelo Andreoli, Carlos Humhofe, Roberto Verón, Rodolfo Savini, Oscar Álvarez y Oscar Gigli.
El gran salto deportivo lo tiene en el 2003, con la conformación del seleccionado de Futbol Veterano representando a la institución y compitiendo hasta el 2014 en la Liga Amateur Zona Norte con clubes y organizaciones del todo gran Rosario. Etapa que no puede pasarse por alto, dado que en el 2004 el equipo se coronó campeón con la dirección técnica de Roque Colasanta y los siguiente jugadores: Raul Gomez, Oscar Perez, Ricardo Moreira, Eduardo Andreoli, Franco Capetti (por añor el goleador de la Liga), Roberto Broin, Rodolfo Carello, Héctor Hernández, Sergio Stamboni, Osvaldo Tombolini, Salvador Baiamonte, Julio Adad, Luis Gomez, Sergio Bucalossi, Edgardo Spina, Hector Diramo, Roberto Verón, Hector Bucalossi y Víctor Zingoni.
La institución nunca dejó de crecer en su patrimonio. Aunque enfrentó diferentes embates comunes a una economía inestable del país. No obstante, su continuidad luego le dio permiso a la generación más joven, la que llegó no hace muchos años y que se puso al frente la continuidad de tan prestigiosa Asociación, con una visión diferentes y dinámica, pero siempre manteniendo la esencia de la misma. Así es como el año pasado, asumió la nueva comisión liderada por Leandro Gigena- presidente, y José Sotelo- vice, y un grupo renovado de vecinos. En la fotografía se los ve junto al logo de la institución, verde y blanco, con la locomotora en movimiento en su centro.

53° Aniversario
Leandro Gigena manifestó “queremos que éste sea un club que contento a los pibes y las pibas de nuestra ciudad. No que solo los socios vengan a jugar sino que tenga también un rol social”. Actualmente, entre jugadores de las infantiles y mayores, la entidad tiene unos 230 socios.
“Hace tres años venimos trabajando con el fútbol femenino que fue creciendo y cuenta con un equipo de primera división y pretendemos que en los próximos meses, haya inferiores. Y en fútbol infantil, de no tener chicos pasamos a tener ciento treinta en cada entrenamiento” – indicó agregando que vienen participando de la Liga del Litoral.
Entre las metas de la comisión actual, “queremos ser parte de la Liga Regional del Sud. Por eso trabajamos con gente que se viene capacitando. Recientemente logramos la Personería Jurídica lo que nos permite entrar en la Liga a nivel competitivo y dar un salto de calidad siendo un nuevo Club de la ciudad.”
Leandro Gigena manifestó que la entidad ya viene trabajando para crear su Primera División masculina y reserva, “sumado a que anhelamos seguir creciendo desde lo institucional, por ejemplo, con una pileta en el predio del Bote Club, un salón en el de la estación y que una de las canchas tenga césped sintético”, indicó. Por ello y aún más, válidas son las felicitaciones para esta entidad que desde sus orígenes y hasta la fecha supo conservar esa iniciativa vecinal de empuje y dedicación con un fin común.