Por Juan Pablo Broin
La polémica por la situación habitacional de algunas familias que se vieron perjudicadas por el muro que construye la arenera cercando su propio predio; tiene un nuevo capítulo. En la edición anterior, dábamos cuenta de una familia que debió reubicarse primero en otro terreno lejos del paredón, pero que luego fue intimidada a no usar tampoco ese nuevo espacio. Y hablamos de un grupo familiar con cuatro menores de edad.
Anteriormente, Carolina tenía su casa en donde hoy se está cercando. Según su propio testimonio, el titular de la empresa le sugirió que se reubicara en otro terreno (más cerca de la costa) e incluso éste se ofreció a levantarle el nivel de ese espacio con tierra. Hasta allí todo bien, hasta que se encontró con que ese nuevo lugar también sería rodeado por el muro dejando por ejemplo a todos los vecinos del barrio sin acceso a las costas del Paraná.
El viernes pasado, tras una convocatoria de los propios vecinos en la misma situación, a la que asistió el Presidente Comunal Rodolfo Stangoni, habitantes de este barrio se reunieron con Roman Cobelli, titular de la firma: “él ahora nos aseguró que no va a tocar este nuevo terreno y que allí podemos edificar, pues seguirá con la edificación del paredón directo al río” – indica Carolina.
Y en el nuevo predio aunque no quieren desde las autoridades comunales nuevas edificaciones, la vecina indica que las van a hacer igual: “los vecinos tienen necesidades de una casa y van a hacer lo necesario para cubrirla… además todos están en contra del muro. Cobelli dice que este terreno es de él, la Comuna nos dice que es de la Provincia y otros nos indican que es de Prefectura; no sabemos de quién es, pero ahí vamos a hacer nuestras casas” – expresó la mujer contando que de la reunión participaron algo más de treinta vecinos. Y sobre el muro, Carolina manifestó que lo van a sufrir cuando llegue el verano, “el calor y nosotros rodeados por ese cerco, no vamos a poder ni siquiera estar allí.”
“Me usaron mis materiales"
La vecina también había denunciado que desde la arenera le habían utilizado sus propios materiales en la construcción del muro; los que había podido adquirir gracias a un crédito de ANSES; “Cobelli me dijo que no me va a reponer nada y responsabilizó a la empresa que hace el paredón” – indicó agregando que si bien luego lo charló con la compañía tercera que edifica el cerco, a cinco días aun no tuvo ninguna respuesta.
“Ya dividimos el terreno"
Carolina indicó que en el nuevo terreno donde se reubicó, ya hay también otras familias, “otro vecino ya hizo su casa al lado de la mía, y otra está empezando a hacerlo. Entre nosotros ya dividimos el terreno… y lo agarró la gente que más lo necesita del barrio. Somos ocho familias en la misma situación.”
Y así es como la reubicación de estas familias, que debieron moverse por el avance del paredón; conecta a este barrio cada vez más cerca con la propia costa del río.