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Sociedad

Roberto Capato “He visto de todo en treinta y cinco años en PAMI: de la buena gente que te agradece hasta la miseria humana.”

Se jubiló y se animó a hacer un balance, a grandes rasgos, de su paso por PAMI.

Se jubiló y se animó a hacer un balance, a grandes rasgos, de su paso por PAMI.

El doctor Roberto Capato, luego de prestar el servicio como auditor de la Delegación Arroyo Seco del INSSJyP, se jubiló y se animó a hacer un balance, a grandes rasgos, de su paso por PAMI.
“Estuve desde que se inauguró la agencia cuando empezó a funcionar en el Centro de Jubilados con dos empleados; José Pila y yo. Pasaron 35 años, toda una vida. Me retiro muy bien, siempre agradecido con el Instituto por dar la oportunidad de formarse siempre con actualizaciones y cursos que son muy buenos como médico.”
La Posta: Entiendo que en tanto años las demandas han cambiado…
Roberto Capato: Totalmente. El padrón del Instituto ha ido creciendo al igual que las prestaciones médicas. Al principio teníamos una amplia gama de prestadores con cinco sanatorios. Antes no había problema, pero el país fue cambiando y llegamos a la realidad que fue un gran sinfronazo y recibimos muchas críticas.

LP: ¿Pudo haberse evitado la crisis con la Clínica Martins?
RC: Sí, es más yo esto lo veía venir desde hace muchos años cuando quedó ésta como única prestadora. Recuerdo que estaba Dario Gres como intendente y fui cinco veces al municipio pidiendo hablar con él. Nunca me recibió siendo que somos del mismo partido, de extracción radical. Quería hablar con él porque sabía que si la clínica cerraba las persianas íbamos a tener una crisis de salud en la ciudad con todos los afiliados que PAMI tiene. Sumado a que tampoco contábamos con un sistema de emergencia acorde, porque aunque había buena relación con AMAS, ésta es una empresa privada y tiene todo el derecho de trabajar con las condiciones que ellos quieran.

LP: ¿La Clínica manejó bien el asunto?
RC: La clínica Martins podría trabajar con PAMI si quería o no, y su decisión la comunicó muy bien de manera legal con cartas documentos avisando que se iba. Se podría haber evitado haciendo las negociaciones que no se hicieron en tiempo.

LP: O sea, ¿PAMI manejó mal esas negociaciones?
RC: Es que el Instituto es muy rígido, todo pudo haber evitado. PAMI tiene una estructura de funcionamiento muy vertical y nosotros desde acá no participábamos de las decisiones. Se podría haber resuelto porque la clínica presentó algunas propuestas y las mismas se evaluaron en niveles donde no correspondía. Se debió llevar desde un principio a un nivel central y evitar lo que pasó. Es más, la propuesta que en su momento hizo la empresa es similar a lo que se llegó hoy, trabajar por orden de prestación.
LP: PAMI se defendió diciendo que la Clínica no podía abandonar sino había otro prestador…
RC: Pero eso el Instituto no lo comunicó. Eso lo analizaron a los tres meses posterior a cuando se retiró la Clínica. Martins se manejó bien, pero PAMI debió haberlo comunicado en su tiempo, y no contestó. Se tendría que haber negociado

LP: Convengamos que el nuevo acuerdo igual generó dudas.
RC: Es que los prestadores de Rosario trabajan completamente diferentes. Acá, hay una relación personal pero allá son un nn. De todas maneras, se ha ido aceitando un poco la cosa. Cuando comenzó el problema, fueron momentos complejos incluso porque no teníamos un sistema de traslado que ayudara. Ahora la cosa esta encaminada, y yo también me afilié al Instituto.

LP: ¿Fue un error de PAMI anunciar que se había conseguido las veinte cama de la Clínica?
RC: Sí, fue una confusión. Porque la Cínica, ahora en manos del Británico no usa toda su capacidad para el Instituto. Hubo un tiempo donde toda la clínica estuvo usada, incluyendo terapias, por PAMI. Pero eso hoy no es redituable, porque para un grande como Británica, tener tres camas utilizadas no le mueve el amperímetro. Este importante Sanatorio está detrás de altas complejidades que es una puerta para otro nivel de prestaciones que general otro tipo de ingresos.

LP: ¿Cómo fue su relación con Cristina Álvarez, Patro Petta y Julian Polinesi?
RC: Yo siempre trate de cumplir mi función como médico auditor y creo fue muy buena la relación interpersonal con cada jefe de la agencia. Con Cristina Álvarez, teníamos muchos choques en la forma de llevar el instituto y con Pablo y Julián, fue más una relación de amistad y respeto.
Pablo tenía con experiencia de trabajo en empresas y Julián vino con más experiencia en política. Cada uno puso un enfoque diferente: Pablo fue más estructurado y más ordenado en ese sentido; y Julián apunta más a lo político, además porque siempre tuvo y tiene aspiraciones políticas.

LP: Cuando habla de un Instituto vertical, ¿considera que la casa central no conoce la realidad del interior?
RC: No tienen ni idea. Participé de muchísimas reuniones y la gente de Buenos Aires no tenía idea de la realidad de Bogado, Mugueta o del interior. Y ese es otro problema, porque el mismo contrato que tiene un médico de cabecera de la Capital Federal, es el que tiene uno en Arroyo Seco o en Salta con realidades diferentes. En el interior hay una relación incluso de amistad y el médico, como en muchos casos, te coloca una sonda vesical un domingo a la tarde en su consultorio sin necesidad de trasladar a un segundo nivel; pero en Capital el profesional cumple dos horas y no lo ves más.

LP: ¿Con la misma paga?
RP: Si, exactamente. Ganan lo mismo y eso nunca lo contempló el Instituto. Sumado a que hubo momentos donde no pagaban a término. Hubo meses donde no se pagaba. Acá en un tiempo, las Clínicas Martins y Mayorano cobraban un plan de adicional por afiliado, cosa que no correspondía, pero no había otra manera. El instituto no pagaba o lo hacía a los sesis meses donde la inflación te dejaba todo defasado. Incluyendo a que los insumos están en dólares.

LP: Tiempo atrás, con el nuevo acuerdo con la Clínica Martin se pasó a todos los afiliados a PAMI 1 o 2, ¿por qué?
RP: Porque el segundo nivel, de internación, es por asignación. Y para que se pueda cargar, administrativamente, el servicio a la Clínica Martins tiene que generarse un rechazo del sanatorio de Rosario. Cosa que estos no hacen porque ese rechazo hace que les descuentes varias internaciones. Entonces la única manera es aceptando el rechazo de Pami 1 y Pami 2 que son propias del Instituto.

LP: O sea que los que eligieron otros sanatorios de internación fuera de PAMI 1 y PAMI 2, no podrían internarse en Arroyo Seco…
RP: Si se está en otro Sanatario no pueden ser internados en la clínica Martin y el paciente debe ser trasladado a ese lugar, sea Laprida, Delta, Italiano y otro. El error fue que ese cambio a PAMI 1 y PAMI 2, se hizo automáticamente, aunque luego se les dio la opción de poder cambiar.

LP: ¿Más positivo que negativo su paso por PAMI?
RC: He visto de todo en treinta y cinco años, de la buena gente que te agradece, hasta la miseria humana. Hay mucha gente que critica, pero es gente que tiró a sus padres en un geriátrico y nunca más los fue a ver; son esos que cuestionan por atrás o te tratan de basura, pero por desconocimiento. Igual me quedo con lo positivo, he conocido mucha gente y muchos médicos amigos.
Es que cuando no he podido dar un medicamento o un tratamiento, no es porque no quería hacerlo, sino que fue por la rigidez del Instituto que no lo autorizó o porque están afuera del vademécum. Por eso sentí que las exigencias de PAMI ya me sobrepasaban, y si bien podía seguir dos años más, decidí jubilarme. Es una buena etapa, se cierra un capítulo de la vida y se abre otro… ahora ya no pongo más el despertador para levantarme temprano.

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