El hecho sucedió el pasado miércoles en inmediaciones de Teniente Loza y la Circunvalación Oeste. Las víctimas, que venían de pescar, iban caminando por la calle y fueron obligadas a seguir por el barro que había al costado del asfalto. Como se negaron, fueron atacadas por el personal policial.
Dos policías de la provincia de Santa Fe son investigados por utilizar gas pimienta contra un hombre y su hijo menor de edad a los que les ordenaron caminar por el barro en la ciudad de Santa Fe. Los uniformados, de 30 años, prestan funciones en el Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional 1.
El hecho sucedió el pasado miércoles en inmediaciones de Teniente Loza y la Circunvalación Oeste. Las víctimas, que venían de pescar, iban caminando por la calle y fueron obligadas a seguir transitando por el barro que había al costado del asfalto. Como se negaron, fueron atacadas por el personal policial.
El fiscal Ezequiel Hernández le atribuyó a los dos uniformados la coautoría del delito de vejaciones. La imputación fue realizada en una audiencia llevada a cabo en los tribunales de la capital provincial ante el juez Sergio Carraro.
En la misma audiencia, el magistrado les impuso medidas alternativas a la prisión preventiva a los dos policías, cuyas iniciales son HEH y LAR. Por tal motivo, los uniformados continuarán en libertad mientras el fiscal Hernández avanza con la investigación.
Entre las normas de conducta impuestas, se dispuso la prohibición de contacto y de acercamiento a las víctimas y a los tres hombres que fueron testigos de lo ocurrido. También se les prohibió tener y portar armas.
“Los policías imputados detuvieron la marcha del móvil en el que estaban prestando funciones, y le ordenaron arbitrariamente a un hombre, a su hijo de 13 años y a otras tres personas que estaban con ellos que dejaran de caminar por el asfalto y que comenzaran a hacerlo por el costado de la calle, donde había barro y agua acumulada a raíz de la lluvia caída”, relató el fiscal en la audiencia.
Hernández informó que “el hombre mayor de edad se negó a hacerlo, motivo por el cual, los policías investigados le tiraron gas pimienta en la cara a él y al niño de 13 años, e inmediatamente después escaparon del lugar a toda velocidad a bordo del móvil policial con el que estaban trabajando”.
El fiscal también detalló que “a raíz de la agresión policial, las víctimas llamaron al 911, pero mientras esperaban pasó por el lugar un móvil de la seccional 7ª, en el que trasladaron a las dos personas agredidas, quienes sufrieron lesiones en la cara y en los ojos”.
“De forma muy diligente, el personal de la seccional 7ª nos informó lo ocurrido, lo que permitió solicitar rápidamente las imágenes de las cámaras de seguridad que hay en la zona, recabar información acerca de la ubicación y movimientos del móvil policial en el que estaban los imputados y tomar entrevistas a las otras personas que habían visto lo ocurrido”, puntualizó el fiscal.
Hernández remarcó que “en función de las evidencias recabadas, se realizó un procedimiento entre las últimas horas de ese miércoles y la madrugada del día siguiente. Los dos agentes, que aún estaban prestando funciones, fueron detenidos por personal de la Agencia de Control Policial, que también secuestró del móvil policial una garrafa con el ácido utilizado”.
El fiscal le atribuyó a los dos policías investigados la coautoría del delito de vejaciones.
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