Comerciantes de la vecina ciudad aseguraron que la vecina ciudad "está prendida fuego". Señalaron que los robos son cada vez más frecuentes y que se hace difícil distinguir al cliente del ladrón. Se quejaron de la indiferencia policial.
El papá, que tenía prohibición de acercamiento a los pequeños, los retiró junto a la mamá de la casa de la abuela en San Lorenzo. Tienen entre 8 meses y 5 años de edad.
Los efectivos se acercaron a la unidad y notaron que un hombre y una mujer tenían sexo en el interior. Los llevaron a la comisaría.