Miguel Stéfano llegó al Concejo tras el triunfo de Daniel Tonelli como Intendente el año pasado. En este momento, el radical todavía estaba en funciones como legislador y el 10 de diciembre debió entregar su banca para asumir en la Municipalidad. Así es como en su lugar, desembarcó Stéfano, cuando menos se lo esperaba. Él mismo reconocía que jamás se hubiese imaginado llegar al Concejo, así como por mera casualidad.
Hay que reconocer que Stéfano es un hombre desde hace años forma parte del equipo “Tonelli” y desde el 10 de diciembre e incluso una vez confirmado el triunfo de Tonelli en las urnas, ya comenzaba a empaparse de la actividad legislativa. No le fue fácil, pero con su impronta logró ganarse un lugar en el cuerpo legislativo. Más aún teniendo en cuenta que sus pares, en su mayoría, ya tienen experiencia política. Pese a ser un militante, su perfil fue siempre bajo hasta estos meses donde está tratando de demostrar el compromiso con la banca y el bloque que representa.
Esta semana fue consultado sobre cómo estaba llevando estos meses de trabajo en lo público, habló de algunos proyectos presentados, otros tantos por presentar, sobre la labor que viene desarrollando con Matías Attoresi y en cada declaración se lo notó cauteloso; y en todo momento conciliador pese a las críticas que despierta en sendas ocasiones el trabajo del Concejo.
Pero en la última parte de la entrevista, al ser interpelado acerca de si le gustaría ser candidato el próximo año para poder renovar su banca y su respuesta fue explícita: “La verdad es que esto me gustó más de lo que esperaba. Mis intenciones están. Yo pertenezco a un grupo, a un bloque y a un compromiso que me tomé con Daniel y que creo que todavía no llegó el momento de hablarlo. Pero estoy dispuesto para lo que haga falta”.
En otro acto de autoritarismo insólito, Pablo Petta, quien presta colaboración en el área de Obras Públicas desde hace un año, pasó de monotributista a empleado municipal contratado. El dirigente que siempre criticó a Daniel Tonelli y fue férreo opositor, vendió su dignidad por un cargo y ahora apunta a quedar en la planta municipal, ya que al pasar a esta condición está "haciendo carrera" dentro del Estado. Un capítulo más de este circo llamado "Tren Fantasma"...
La Municipalidad envió a inspectores para acelerar el proceso de demolición de una construcción que corresponde a la ampliación de la vivienda que está pegada al Museo Municipal. Según afirmaron desde el Estado local, no se puede edificar en ese espacio. La familia que allí habita ya había tenido conflicto con la propiedad hace 7 años, cuando la empresa de trenes NCA había querido desalojarla.