La denominada garita que el municipio instaló para cobrar la Tasa de Organización Portuaria (TOP) a los camiones que ingresan al puerto cerealero funciona las 24 horas y por cada ingreso se percibe a la fecha un monto de 1300 pesos. La misma opera de forma permanente e ininterrumpida dado que cuenta con seis personas que van cubriendo horarios de manera rotativa. Estos empleados, fueron sumados este año tras la inauguración de la cabina a finales del mes de marzo y cumplen turnos rotativos.
La sorpresa esta semana fue la confirmación de que desde la municipalidad se advirtió el faltante de un talonario de cobro – tiene 100 números cada uno – y se le expiden a los camioneros al momento en que ingresan a la cerealera como comprobante. Ante esta extraña y llamativa circunstancia, se citó al grupo de municipales que presta servicios en este sector y se los notificó que si no aparecía el talonario, lamentablemente se iban a quedar sin trabajo. Tras el llamado de atención, finalmente el talonario volvió al lugar del que nunca tendría que haber desaparecido y a la fecha, el personal de la cabina, estaría operando con normalidad.
Nadie se hizo cargo del faltante y, pese que desde Hacienda, indicaron que no saben efectivamente quien fue el responsable, decidieron incorporar cámaras de seguridad en el lugar para evitar cualquier otro tipo de inconveniente que pueda presentarse y realizar un seguimiento, tanto de los empleados que allí trabajan como de los vehículos que van entrando a la planta.
Recordemos que el famoso habitáculo había quedado en el centro de la tormenta después de que el gobierno firmara convenio con la multinacional en abril de 2021. El acuerdo, que establece un monto fijo de DREI (Derecho de Registro e Inspección) permitía además que la empresa se quede con un 9 por ciento de la recaudación en concepto de “gastos administrativos” de la cobranza, situación que cambió a favor del municipio, cuando el gobierno finalmente logró habilitar la cabina de cobro propia en la planta.
Donde funciona el merendero "Copa de Leche" y el dispositivo barrial "El Galponcito", en la intersección de los barrios San Francisco y Virgen del Lujan, la secretaría de Salud y Desarrollo Social que encabeza Mariano Athie y Natalia Spadoni decidió no reponer el servicio de internet y wi-fi para el espacio. Inicialmente la red se dañó, pero ante las consultas para repararla, el Estado local decidió sacar el abastecimiento definitivamente, cortando un insumo importante no sólo para el trabajo de las docentes y profesionales que allí asisten, sino también para los vecinos que solían utilizarlo para tener conectividad, con lo importante que esto es en la actualidad.
En otro acto de autoritarismo insólito, Pablo Petta, quien presta colaboración en el área de Obras Públicas desde hace un año, pasó de monotributista a empleado municipal contratado. El dirigente que siempre criticó a Daniel Tonelli y fue férreo opositor, vendió su dignidad por un cargo y ahora apunta a quedar en la planta municipal, ya que al pasar a esta condición está "haciendo carrera" dentro del Estado. Un capítulo más de este circo llamado "Tren Fantasma"...
La Municipalidad envió a inspectores para acelerar el proceso de demolición de una construcción que corresponde a la ampliación de la vivienda que está pegada al Museo Municipal. Según afirmaron desde el Estado local, no se puede edificar en ese espacio. La familia que allí habita ya había tenido conflicto con la propiedad hace 7 años, cuando la empresa de trenes NCA había querido desalojarla.