Un robo, una deuda o ambos motivos. La fiscal de Morteros Bettina Croppi no descartó ninguno de estos móviles en torno al crimen del viajante rosarino Ricardo Colere
Un robo, una deuda o ambos motivos. La fiscal de Morteros Bettina Croppi no descartó ninguno de estos móviles en torno al crimen del viajante rosarino Ricardo Colere, hallado el sábado en un pozo de un campo cordobés cercano a San Francisco luego de tres días de búsqueda. Por el caso hay cuatro detenidos, de los cuales uno está imputado de homicidio y los otros tres de encubrimiento.
Colere tenía 63 años y se dedicaba a la venta de ropa, herramientas y otros artículos para trabajadores rurales del noreste cordobés. Según distintas fuentes, el viajante tenía una nutrida clientela y era conocido en la zona por las facilidades de pago que otorgaba a los compradores.
Según fuentes allegadas al caso, el martes a la noche fue la última vez que Colere se comunicó con su familia desde el hotel Los Abuelos de la ciudad de Brinkmann, donde se alojaba. Allí se encontraron sus pertenencias intactas luego de denunciada la desaparición.
Búsqueda. A las órdenes de la fiscal Croppi, más de 40 efectivos de la policía cordobesa buscaron a Colere desde el jueves a la noche. Mientras un helicóptero sobrevolaba las zonas rurales del departamento cordobés San Justo, los investigadores seguían otras pistas. Entre ellas, el sitio donde había sido visto por última vez (se sabía que el viajante había ido a visitar clientes en la zona de la localidad de Balnearia), así como el rastreo de su teléfono celular y la búsqueda de la Renault Kangoo en la que se movilizaba.
Entre los datos que arrojó la búsqueda, el viernes los investigadores dieron con un hombre de 23 años llamado Sergio Lind que había sido visto al volante de la camioneta y que resultó ser cliente de Colere.
Al parecer, Lind intentó deshacerse del rodado que dijo haber comprado en la ciudad santafesina de San Cristóbal. Sin embargo, los pesquisas cordobeses comprobaron que esos dichos apuntaban a desviar la búsqueda y Lind quedó detenido ese mismo viernes acusado de encubrimiento por la sustracción del rodado (finalmente el Renault fue hallado en la zona rural de Moisés Ville).
La investigación originó numerosos allanamientos, entre ellos uno realizado la noche del viernes pasado en un campo cercano a Brinkmann. Si bien ese operativo dio negativo, al día siguiente se allanó otro campo en la misma zona.
Así, en función de distintos datos obtenidos durante la búsqueda, el sábado alrededor de las 15 los investigadores allanaron otro establecimiento rural de la zona de Seeber, a ocho kilómetros de Brinkmann. En ese tambo trabajaba un hermano de Lind.
Primero se revisó un sótano donde hallaron elementos que hicieron sospechar que el viajante podría haber estado allí. Entonces decidieron buscar por todo el tambo y así encontraron el cuerpo en la cámara donde se arroja el estiércol.
El cadáver estaba envuelto en un plástico, atado con alambre y sogas, y con lastre para evitar que flotara. Además, presentaba un disparo de arma de fuego que, en principio, sería la causa de la muerte. Al cierre de esta edición no había sido hallada el arma homicida.
Detenidos. A partir del hallazgo fueron detenidos Fabián Lind, su pareja Julia Aguilar y un peón llamado Claudio Rodríguez. La fiscal Croppi confirmó a LaCapital que los tres quedaron imputados de encubrimiento mientras que Sergio Lind, preso desde el viernes, quedó entonces acusado de homicidio.
"Una hipótesis es que el presunto homicida mantendría una deuda importante con Colere, pero no se descarta el robo de la camioneta que estuvo durante dos días en poder de Lind, que luego intentó deshacerse de ella", sostuvo la fiscal a cargo de la investigación, y aclaró que ambas líneas de investigación "no son excluyentes".
En este marco, la fiscal tenía previsto para las próximas horas definir la calificación del homicidio. En este sentido, no descartaba que pudiera caber la figura de críminis causa, es decir un crimen cometido para encubrir otro delito, en este caso el de robo.
Asimismo, los cuatro detenidos fueron trasladados ayer a una dependencia del Servicio Penitenciario cordobés en la ciudad de San Francisco. Se prevé que en las próximas horas sean indagados.
En tanto, los restos de Ricardo Colere fueron inhumados ayer en Rosario. Muy consternado por la situación, un familiar suyo contactado por este diario dijo no tener más información sobre lo ocurrido que la dada a conocer por los medios.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló
Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.
Se trata de Kevin Leonardo Ayala, quien además está investigado como posible partícipe en el homicidio del policía Andrés Farías, que tuvo lugar el pasado 27 septiembre en Fisherton. Al momento de ser acusado en Rosario tenía la llave de unas esposas en su ropa interior