El reconocido tatuador falleció tras un siniestro de tránsito. Su familia sostiene que el joven que lo chocó en plena ciudad iba a 170 kilómetros por hora y reclama que se cambie la carátula de la causa.
Rosario.- Una nutrida marcha reclamó justicia por Julio Oksanich, a un mes de la muerte del reconocido tatuador rosarino en un siniestro de tránsito registrado en la zona sur de la ciudad.
Familiares, amigos y vecinos del Caña, como lo conocían todos, se congregaron en Ayacucho y Avenida del Rosario, donde el 18 de febrero se produjo el fatal choque que, según los manifestantes, se produjo porque el joven que lo embistió circulaba a una gran velocidad.
Identificaron al supuesto responsable con nombre y apellido y detallaron que se trata de un chico de 22 años que corría picadas con un auto (Volkswagen Bora) preparado para tal fin, y que en el momento de la tragedia “iba a 170 kilómetros por hora”, y que encima luego del hecho “se quiso dar a la fuga pero fue retenido” por testigos.
“Lo enterramos a mi tío y él –por el responsable–, a las dos horas estaba en libertad. Queremos que se cambie la carátula, que este chico no quede libre”, reclamó Gaby, sobrina de Oksanich, ante las cámaras de El Tres.
Tanto ella como otros allegados recordaron al Caña como alguien “muy querido por todos y muy solidario”. Trabajaba como tatuador, profesión en la que fue pionero en Rosario. Tenía 58 años.
Éste era el Caña Oksanich
El homicidio ocurrió en Calle 1.818 al 3900, donde la víctima, de 22 años, fue baleada en la cabeza y en el tórax
Una adolescente recibió un disparo el cuello, en la zona oeste. Un hombre resultó baleado en el rostro y las piernas, en zona sur. Y un joven fue atacado con un arma blanca tras una presunta discusión de pareja.
Se registró este martes a media tarde en una zona cercana al puente de la ruta 34 que pasa por el curso de agua, a muy pocos kilómetros del acceso a Rosario por el noroeste. Se aguardan las pericias correspondientes para determinar la identidad y las circunstancias del hecho
Estrella Laurta Varela relató que su hijo estuvo preso durante un mes en febrero de 2024 por “desacato a la autoridad”, luego de violar la restricción perimetral que le había impuesto su expareja, y que en ese momento le solicitó a las autoridades “que no lo soltaran”