Dijo que se había producido un tiroteo que no se pudo probar.
Un funcionario policial de 31 años que hasta principios de mayo se desempeñaba como responsable de la sección logística de la Policía de Acción Táctica fue procesado por el homicidio de Ezequiel Sergio Luján, de 19 años. El hecho tuvo lugar en diciembre de 2011 en la localidad de Pueblo Esther, cuando un presunto llamado a la subcomisaría 15ª informó sobre un robo. Hasta el lugar llegaron dos uniformados que según la constancia policial intervinieron en una persecución y uno de ellos se tiroteó con Luján cuando éste intentó huir. Aunque dicha versión fue descartada por la prueba que se logró recabar en el expediente, entre ellos el testimonio de varias personas que presenciaron el hecho y corroboraron cómo el uniformado le disparó por la espalda a la víctima y circunscribieron el hecho a un caso de gatillo fácil.
El 2 de diciembre de 2011, Ezequiel Luján recibió un disparo de un arma calibre 9 milímetros que le ingresó por la espalda a la altura de la región lumbar y le afectó la columna vertebral, el duodeno y el páncreas y finalmente el proyectil se alojó en la zona de la pelvis. La lesión desencadenó una hemorragia abdominal masiva y un shock neurogénico que lo llevó a la muerte, refiere el fallo. Según la versión policial, un llamado a la seccional informó que un grupo de jóvenes estaba “apretando” a un panadero en Juan Domingo Perón y Venezuela de aquella localidad, por lo que un móvil con dos uniformados se dirigió al lugar y avistó a dos muchachos.
Los uniformados intentaron interceptar a los jóvenes, y según el acta, uno de ellos arrojó un objeto a los pastizales. Mientras uno de los policías perseguía a uno de ellos, Mario U. afirmó que perdió de vista al segundo, se subió al móvil y dio la vuelta manzana. Y observó al joven corriendo y lo siguió a pie. El policía dijo haber escuchado una detonación y ver al joven girar hacia atrás esgrimiendo lo que le pareció un arma, por lo que disparó. A ello se agregó el secuestro de un arma calibre 22 en poder de la víctima, según la Policía.
Testigos presenciales
Esta versión se fue deteriorando. El juez Juan Andrés Donnola y el fiscal Carlos Covani trabajaron en el caso, donde hubo dificultades para lograr dar con los testigos, cuyas declaraciones se contraponen con los dichos policiales. Según los vecinos, uno de los policías salió en persecución de uno de los muchachos y efectuó disparos al aire mientras Mario U. detuvo al otro y lo subió al patrullero y cuando intentó apoyar a su compañero comenzó a discutir con varias personas que le impedían el paso. En un momento, el uniformado observó cómo el joven que había detenido se bajó del patrullero y comenzó a huir. Los vecinos explicaron que Mario U. sin ninguna alerta disparó un tiro con su arma reglamentaria que impactó en la víctima. Estas declaraciones sumadas a una serie de reconocimientos positivos impulsaron al fiscal Covani a pedir el arresto de Mario U., hecho que se produjo a principios de este mes. El juez Donnola entendió que estos testimonios derrumbaron por completo el acta policial que fue elaborada por la misma repartición que intervino en el hecho y que coincide con la versión del acusado. A su vez, el juez tuvo en cuenta que el arma presuntamente secuestrada no contaba con huellas, a lo que agregó que resulta extraño que Luján no estuviera esposado si ya estaba detenido, mucho menos lógico es que tuviera un arma.
Por lo que procesó al uniformado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego calificado por su función o cargo como integrante de la fuerza policial y trabó embargo sobre sus bienes por la suma de 300 mil pesos.
A su vez, el juez evaluó la situación del compañero de Mario U. y detalló que si bien no participó en el hecho, refrendó el acta que sostiene un enfrentamiento que, a todas luces, aparece “armado”. Donnola dictó falta de mérito para Gustavo S. respecto al homicidio y dejó en manos del Ministerio Fiscal una posible persecución respecto a la rúbrica del acta y remitió el documento a AsuntosInternos de la UR II para su investigación.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló
Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.
Se trata de Kevin Leonardo Ayala, quien además está investigado como posible partícipe en el homicidio del policía Andrés Farías, que tuvo lugar el pasado 27 septiembre en Fisherton. Al momento de ser acusado en Rosario tenía la llave de unas esposas en su ropa interior