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La ciencia afirma que tejer hace bien al cerebro

Especialistas en neurociencias explican por qué las manualidades propician beneficios a la actividad cerebral

Foto: Imagen Ilustrativa

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Resulta que las manualidades no son una mera actividad para tener ocupados a los chicos desarrollando su creatividad y destreza, o para brindarles estímulos desde temprana edad. Al parecer, estas tareas realmente reportan beneficios también en adultos. Así que a sacar crayones, hilos y a ponerse a experimentar, como si fueras un niño.

Un caso puede ser el de tejer. La naturaleza rítmica y repetitiva que demanda esta acción, es calmante, reconfortante y contemplativa. Casi como una forma de meditación. Así lo demuestran recientes investigaciones de neurociencia.

Tejer y otras formas de artesanía textil como la costura, el tejido y crochet, tienen mucho en común con la atención plena y la meditación. Se tiene por comprobado que todas estas actividades tienen un impacto positivo en la salud mental y el bienestar.

El estudio fue hecho a través de una encuesta en línea a más de 3.545 tejedores, por Betsan Corkhill, un terapeuta del tejido con sede en Reino Unido. El estudio encontró una relación significativa entre la frecuencia del tejido y el estado de ánimo y los sentimientos percibidos de los encuestados.

El estudio de Corkhill concluyó, “Tejer tiene beneficios psicológicos y sociales, que pueden contribuir al bienestar y calidad de vida.” Curiosamente, el estudio también encontró que las personas tejiendo en grupo, eran incluso más felices que los tejedores en solitario.

“El tejido como herramienta para alcanzar un estado meditativo de la mente podría permitir a una población mucho más amplia experimentar los beneficios de la meditación, ya que no implica tener que entender, aceptar o participar en un período de aprendizaje prolongado de la práctica. Sucede como un efecto secundario natural de tejido “.

Otros han comparado las manualidades con entrar en un estado presente, de “flujo”, de concentración o absorción completa con la actividad en cuestión y la situación. Y, según Corkhill, incluso Albert Einstein tenía fama de haber tejido entre sus múltiples proyectos para “calmar su mente y aclarar su pensamiento.”

Los neurocientíficos están empezando a comprender la forma en la atención, la meditación y de experimentar el impacto de “flujo” del cerebro. Las investigaciones demuestran, que estas prácticas mejoran la depresión, la ansiedad, el estilo de enfrentar la adversidad, mejorar la calidad de vida, y de manera significativa a reducir el estrés. Todos vitales para mantener la salud del cerebro y el bienestar.

Fuente: Rosario Plus

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