En derivación de pesquisa por crimen del ex jefe de la barra leprosa Nelson “Chivo” Saravia, arrestaron a uniformados mientras comían asado en galpón del sudoeste. Incautaron armas sin declarar y dinero al allanar casas de un ex jefe de Drogas Peligrosas y de ex subjefe de Policía de Rosario.
En el medio de la convulsión social de las últimas semanas, coronada por el ataque al supermercado propiedad del suegro de Lionel Messi, los allanamientos a líderes de Los Monos en tres cárceles federales por el emblemático crimen de Lorenzo “Jimi” Altamirano frente a la cancha de Newell’s y el asesinato del dueño de una carrito ubicado muy cerca del Coloso del Parque, una pesquisa contra viejos referentes de la barra brava rojinegra desprendida del crimen del ex mandamás del paravalanchas leproso derivó en un allanamiento en el que fueron arrestados jefes policiales retirados y en actividad; además secuestraron un millón y medio de pesos, armas y celulares entre otros objetos y documentos de interés para la causa, por ahora caratulada como asociación ilícita.
La medida se llevó adelante en el marco de la investigación a cargo del fiscal José Luis Caterina de la Agencia contra la Criminalidad Organizada y Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación, en conjunto con sus pares Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, con auxilio de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
En el procedimiento, desarrollado en un galpón de Guatemala al 2200 mientras los presentes comían un asado, fueron detenidos el subinspector David Luciano Esteban Arellano quien se desempeña como verificador de la Unidad Regional II de Rosario y el suboficial Marcos Emanuel Barúa, quien cumple servicio en la comisaría 9a, sobre quienes pesa una investigación por asociación ilícita, encubrimiento y violación de secreto.
Al ingresar a la propiedad. los arrestados estaban comiendo un asado con el comisario retirado Alejandro Franganillo, quien fuera jefe antidrogas de la Policía provincial 15 años atrás; el actual jefe de la UR VI de Villa Constitución y ex subjefe de la Jefatura rosarina Marcelo “Malevo” Mendoza (también ex Drogas Peligrosas); el subdirector retirado Marcelo Bazán (ex jefe de la Alcaidía de Rosario); el subdirector retirado Eduardo Zapata (quien fuera inspector de zona en Villa Gobernador Gálvez, acusado luego de encubrir a un en un caso de gatillo fácil en Puente Gallego), y tres civiles identificados como Hernán D., Carlos Z. y Hugo I., contó un fuente policial.
Secuestraron a los presentes una decena de celulares, un millón y medio de pesos, un revólver calibre 38, una pistola 9 milímetros, un motorhome que pertenece a Mendoza, documentación de interés para la pesquisa y se requisaron además los autos que estaban en el lugar.
Además allanaron la casa de Marcelo Mendoza ubicada en Junín al 700, donde encontraron un revólver, 200 mil pesos y documentación de interés, elementos electrónicos de almacenamiento como pen drive, notebook, computadoras de escritorio y celulares entre otros, refirió la fuente.
En la casa de Barúa, ubicada en Constitución al 4000, se requisó la propiedad y su auto. Se secuestró el arma reglamentaria, celulares y documentación. Mientras que en la propiedad de Arellano, en Salta al 300 de Villa Gobernador Gálvez, se secuestraron cinco teléfonos celulares.
En casa de Franganillo, el domicilio de Catriel 600 de Granadero Baigorria cuyo frente fue atacado a tiros una década atrás, secuestraron una escopeta calibre 12/70, una pistola calibre 11.25, marca FM, una pistola en desuso, marca Steyr 1916, gran cantidad de municiones y cartuchos, dinero en efectivo, dólares y teléfonos celulares.
El fiscal del caso, tras conocer el resultado de la medida, dispuso el traslado de todos los presentes a la sede de la Agencia de Control Policial.
Mendoza y Franganillo, así como el dueño del galpón Hernán D., serán acusados formalmente por tenencia indebida de arma de fuego, se indicó.
La barra de Newell’s
El caso es un desprendimiento de la pesquisa por el crimen de Nelson “Chivo” Saravia, quien fuera un gerente de la barra de Newell’s cuando marchó preso el sucesor de Roberto “Pimpi” Caminos: Diego “Panadero” Ochoa. Más tarde, asumió la conducción de la pesada leprosa con aval del líder de Los Monos, Ariel “Guille” Cantero, para luego dar un paso al costado. Finalmente, luego de haber sobrevivido a ataques similares, fue ultimado en 2021.
En la madrugada del 23 de octubre de aquel año lo mataron dentro de su casa de barrio Alvear, en San Nicolás al 3700. Según la imputación fiscal poco antes del crimen, un grupo de unas 20 personas se reunió en una casa ubicada en Garibaldi al 3300 para planear el crimen.
Allí organizaron la logística, prepararon vehículos, repartieron armas y se cambiaron. Además, fijaron los roles que cada uno llevaría adelante en el ataque, contó el fiscal Edery en la imputación. La reunión quedó grabada por las cámaras de seguridad de la vivienda, que pertenece a Manuel Guillermo “Chupa” Sosa, contó una fuente del caso, uno de los capos de la barra.
Para la Fiscalía Regional Rosario, los organizadores del crimen fueron Chupa Sosa y Nicolás Alejandro “Rengo” Ficcadenti. Este último en ese rol de líder de la barra, se ocupó de la logística, además de tomar un arma e ir a la casa de la víctima. Para la fiscalía, el homicidio se enmarca en una lucha de poder dentro de la sucesión de la barra del club. Edery explicó que todos los involucrados son parte de una facción del paravalanchas encabezados por Sosa y Ficcadenti.
Otros de los participantes en el hecho fueron, según la acusación, Brian Alexis D., Juan Manuel A., Jonatan Ezequiel B. y Kevin Nahuel J., imputados junto con los dos organizadores, además de Alexis Gabriel O., quien cayó unos días después de la audiencia de acusación formal a los seis primeros involucrados
El crimen de Jimi
La noche del pasasdo miércoles 1° de febrero Lorenzo “Jimi” Altamirano, un músio, volvía a su casa tras ensayar con su banda. Fue secuestrado en calle 27 de Febrero y Suipacha, golpeado y asesinado de tres tiros frente a la puerta 6 de la cancha de Newell’s minutos más tarde.
La víctima fue divisada por una cámara de seguridad en Ovidio Lagos y 27 de Febrero a las 22.30. esa fue la última imagen que se tuvo de él. A las 22.48, fue ultimado frente a la puerta de la cancha de Newell´s. Junto a su cuerpo dejaron un cartel con un mensaje dirigido a sindicados narcos y barrabravas de la Lepra.
Este viernes hubo allanamientos en los penales federales de Marcos Paz, donde está preso Guille Cantero; Ezeiza, y Rawson, en el marco del crimen de Jimi. Los investigadores presumen que lo eligieron al azar los integrantes de Los Monos detenidos en Rawson para enviarles un mensaje a sus pares alojados en Ezeiza a partir de una millonaria deuda por un cargamento de droga.
Según esta hipótesis, a partir de escuchas al teléfono fijo que Cantero usaba en la cárcel, días después de esta emblemático homicidio atacaron a tiros a una pareja y su hijo de dos años, que sobrevivieron de milagro, en Villa Gobernador Gálvez.
Zona convulsionada
Este viernes por la noche, Wilson Silveira, el dueño del conocido carrito Milton ubicado cerca del Coloso del Parque, en Pellegrini al 3100, fue asesinado de ocho tiros cuando llegaba en camioneta a su casa de Vera Mujica al 2600 a pocos metros de 27 de Febrero, y a dos cuadras de donde fue secuestrado Jimi Altamirano un mes antes.
En los últimos años, la víctima había recibido intimidaciones: un episodio en que un joven lo amenazó y lo golpeó frente a su negocio gastronómico, cuya fachada fue atacada a tiros por desconocidos meses más tarde.
El crimen de Silveira se produjo a mil metros del súper Único propiedad de José Roccuzo, suegro de Lionel Messi, cuyo frente fue atacado a tiros horas antes, en la madrugada de este jueves.
Aunque no trascendieron hasta el momento posibles móviles del ataque, para los investigadores no son un detalle menor dos hechos recientes que involucraron a emprendimientos gastronómicos en la zona.
El pasado sábado 18 de febrero, un hombre que vende choripanes en las afueras del Coloso recibió cinco tiros en las piernas un rato después de que terminara el partido entre Newell’s y Banfield, cuando llegaba a su casa de Presidente Perón al 6100. Su acompañante, un joven, recibió también un tiro en el muslo.
El otro hecho se registró cerca de las 3 del domingo 19, cuando el carrito de comidas rápidas ubicado en Pellegrini y Fraga estaba por cerrar sus puertas. Dos personas llegaron en una moto, uno de ellas se bajó, y sin mediar palabra disparó contra la fachada del comercio. Como resultado un empleado del lugar, identificado como Francisco L., de 42 años, fue herido en un pie.
Ocurrió este domingo a la tarde en el kilómetro 18 de esa traza provincial. En total hay al menos siete personas lesionadas, entre ellas una de mayor gravedad que fue trasladada en helicóptero sanitario al Heca. Intervinieron el Comando Radioeléctrico, varias unidades del Sies y Bomberos de Rosario y otras localidades.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló