A Rubén Reide, amigo del padre de la mujer desaparecida y titular de la Asociación de Taxista, le dejaron en la puerta de su casa un pequeño ataúd con la leyenda "Próximo Perassi. Desaparición y muerte".
Rubén Reide es amigo personal de Alberto Perassi, el padre de la mujer desaparecida hace casi cuatro años en San Lorenzo. Rubén es además presidente de la Asociación de Taxistas de esa ciudad y una de las personas que se puso al frente de las marchas en reclamo de justicia por la muerte de la joven.
Esta mañana, y al igual que la semana pasada Alberto Perassi, sufrió una intimidación en su casa. Esta madrugada alguien dejó en la puerta un pequeño ataúd fabricado en forma precaria con un cartel que rezaba "Próximo Perassi. desaparición y muerte. QEPD".
En declaraciones al programa "El primero de la mañana" de La Ocho, Reide señaló: "Como todas las mañanas me levanté para ir a trabajar. Mi señora abrió el portón del garaje. Puse marcha atrás el auto y vi a mi esposa que me hacía señas. Bajé y me encontré con una lápida con esa leyenda y un cajoncito de muerto".
Reide admitió que es amigo de Alberto Perassi "hace mucho tiempo" y que la asociación que preside "decidió siempre estar al lado de la familia en todas las movilizaciones".
Cinco mujeres fueron demoradas al ser descubiertas con cocaína y marihuana ocultas en su calzado. Utilizaban un método sofisticado para burlar los controles. Algunas tienen vínculos con presos relacionados al narcotráfico.
El choque ocurrió pasadas las 22 cuando la víctima de 33 años caminaba por la zona de Avellaneda y colectora de Circunvalación y fue embestida por un Renault 9. El conductor se retiró del lugar y se presentó a la medianoche en dependencia policial.
El ataque ocurrió el sábado en un asentamiento ubicado en Crespo y Granadero a caballo. La víctima fue trasladada al hospital de niños Zona Norte de Rosario
El robo tuvo lugar el pasado sábado en las afueras de Rosario. Los delincuentes se llevaron celulares, dinero, una computadora, una consola de videojuegos y el DVR de las cámaras de seguridad.
Tras el crimen, la policía allanó un bunker al que habrían ido las víctimas y arrestó a cuatro sospechosos. La pareja de uno de los fallecidos declaró que los agresores le dijeron que fue una venganza